Concluyó otra de las jornadas con duración de tres horas en la que los padres de los 43 normalistas desaprecidos se reunieron con los “de confianza” del gabinete de Peña Nieto. La batuta la llevó Luis Miranda, su gran amigo; en segundo término estuvo Monte Alejandro Rubido el policía más buena persona que nos dice su cara que es y que por lo tanto no intimida ni a los menores de 10 años. Enrique Galindo, subsecretario al igual que Eliana García de Derechos Humanos. No podía faltar quien despues hace sus guiones, para narrar pormenorizadamente lo que sucede en estas citas con el fin de que el gobierno de Peña Nieto no salga más raspado de lo que ya está: Eduardo Sánchez, el vocero. Con hablar y citas considera el gobierno federal que le da cumplimiento a uno de los puntos-compromiso que hiciera el inquilino de Los Pinos en la inservible reunión que sostuvo con los familaires de los estudiasntes. De resultados nada, los mismos padres advierten a la salida “otra vez, nada de nada; no hay nada”.
Casi a la misma hora, Peña Nieto hablaba de un “Gran Acuerdo Nacional”, uno que involucre a gobierno, organizaciones civiles, ciudadanos en un objetivo único: que no pase otra vez lo de Ayotzinapa. Los “pactos”, estos “acuerdos”, han demostrado su inutilidad un sin fin de ocasiones, tantas como los resultados de las comisiones o de las fiscalías especiales. Nos preguntamos si esas organizaciones cobran sueldo, si los ciudadanos también recibirán algún incentivo por hacer la tarea por la que les pagamos sueldo a cientos, miles de uniformados y disque especialistas en seguridad, así como a sus centenas de asesores. Ahora resulta que habrá de nuevo modificaciones a las leyes para que todos podamos andar armados y defender nuestras personas y patrimonios de manera personal.
Los marchistas que salieron de Iguala rumbo a la capital de la República apenas sí detienen su marcha para ingerir algunos alimentos y descansar. El cuerpo se cansa, pero la rebeldía del espíritu los hace seguir y seguir. Otros permanecen bloqueando el centro de Chilpancingo. Los rechazos al gobernador interino y a sus actuaciones no cesan y menos cuando éste le dedica tiempo a entrevistarse con sus cuates para incluirlos en un nuevo gabinete promocionando una “limpia”, y no avanza con las investigaciones. Ese manejo que tiende a alejar al titular del Ejecutivo del tema inseguridad, que lo presenta solo para dar discursos o marcar líneas que nadie sigue, es el peor de los errores que están cometiendo sus asesores.
CONTRADICCIONES AL DIA
No son solo esas reuniones cuya característica es el “no hay”, las que tienen tan irritados a los padres, a los familiares, a los guerrerenses, a los ciudadanos de todas partes del país, sino las contradicciones en las declaraciones. Oficialmente hay quienes manifiestan seguridad en encontrarlos con vida. Oficialmente hay quienes manifiestan que seguirán buscando entre las fosas y los cadaveres. Incluso los señalados como causantes de la desgracia como es el caso de “el cabo Gil”, de quien se dice es el lugarteniente del líder del grupo “guerreros unidos”, señala tajante que los normalistas “están vivos”.
Le mando una misiva a Peña Nieto en la que advierte que de nada sire qu tengan detenidosa los policías o a Sidronio Casarrubias porque la mayoría de los operadores de ese grupo siguen libres. Y de nuevo, como cuando expusieron públicamente mantas dando nombres señala a los alcaldes y jefes de seguridad de Taxco de Alarcón, Huitzuco, Tepecoacuuilco, Apaxtla, Teloloapan y Cocula, además del capitan y del teniente conocidos como Barbosa y Crespo. Señala al delegado de SEDATU, Hector Vicario y a los miembros de las bandas denominadas “los peques” y “los titos”.
Las interrogantes entre los ciudadanos son cada día más. Se advierte que másy más voces se unen señalando que el gobierno tiene a los normalistas, que ellos planearon todo y solo que ahora ya no saben como entregarlos sin ser descubiertos. Se refieren, obviamente, al gobierno federal y a ese comentario se le agrega que de la manera más insensible señalan que van a reparar “integralmente” el daño a las víctimas, por lo que muchos se preguntan si esas “reparación” tendrá el signo de pesos. Para mayores lecciones y una vez que concluyeron los trabajos en la CIDH, en los que en las cinco audiencias sobre México no dejo de hablarse de la desaparición de los estudiantes, de las constantes violaciones a los Derechos Humanos y de la inseguridad que priva en el país se toma la determinación de ayudar a través de un grupo de asistencia técnica a la la localización de estos jóvenes.
Y es que todavía hace un par de días, el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sostuvo que todavía se piensa, despuès de más de un mes, que pueden encontrar a los 43 normalistas con vida ¿en que basan sus afirmaciones? ¿Será acaso que el secuestro que se muestra en la cinta “Dictadura Perfecta” fue la que les dio la idea de una retención de esta naturaleza y en la que se ve el contubernio de mafiosos con el Ejército, con los hacedores de imagen y con el objetivo de hacerse del poder?
VISTOS EN EL EXTRANJERO
Deberían ya de revelarle las verdades. Mostrarle el video que grabaron cinco universidades de los Estados Unidos, dos de ellas son de las que presumen en sus informes sobre preparación académica los miembros de los gabinetes de los cinco últimos sexenios, los que nos han hundido, los que aplican recetas y se sienten más papistas que el Papa. Son los de Harvard, MIT, Universidad de Boston, Berklee College of Music y Tufts, quienes presentan a un joven que frente a la cámara sentencia un: “el mundo está viendo” y a continuación hacen referencia al caso Ayotzinapa demandando la aparición de los 43 estudiasntes y de más de 20 mil personas desaparecidas en los últimos dos años.
Claramente se advierte que la intención es presionar al gobierno mexicano para solucionar la inseguridad que priva en el país. Otro video, también difundido en las redes sociales se titula “Manifestación Universidad de Basile Suiza y en el aparecen mexicanos y latinoamericanos en un homenje a Octavio Paz, encabezado por el embajador de México en Suiza, Jorge Castro Valle, en el que se lee una y otra vez: “#YoSoyAYotzinapa, “#TodosSomosAyotzinapa”, “#JusticiaPorAyotzinapa”. Es sabido que en Alemania, los ciudadano de ese país le exigen a su presidenta que defina su postura hacia México, ya que es resulta inadmisible lo ue aquì sucede. Incluso msantuvieron un plantón de 43 horas que inició el fin de semana pasado en Berlín.
En Londres montaron todo un altar con las fotos de los jóvenes, pero también relacionaron los feminicidios, los cuerpos que han sido encontrados en fosas, los niños asesinados, la persecusión contra periodistas, etcétera. En Montreal también le reprocharon al cuerpo diplomático el silencio que han guardado, en tanto que los ciudadanos lanzan una y otra vez su demandas para que el gobierno actúe y se terminen las masacres. En España, Argentina, Brasil y en un número cada vez mayor de ciudades de Estados Unidos las críticas, las denuncias y las demandas de los ciudadanos de esos países no cesan.
Hasta los actores y actrices afines a la empresa madrina de Peña Nieto y a sabiendas de que pueden ser vetados, lanzan sus comentarios críticos. Eugenio Derbez, el comediante preferido del “canal de las estrellas”, lamenta tener un país “en el que te das cuenta que ni siquiera tu presidente es capaz de poner orden. Ya sabemos quien es, ya se sabe quienes son, el gobierno esta involucrado en esto y no hace nada para detenerlo”. Directamente sobre Ayotzinapa, sentencia que la desaparición de los normalistas “quiza es un pretexto para decirle al gobierno: hasta aquí llegamos, ya no podemos aceptar una muerte más”.
Dijo también que tal hecho se registró en los límites del DF con el Estado de México, allá por el Ajusco. De ahí que ahora se diga que el gobierno parece dispuesto a ejecutar la misma acción para que les entreguen a los normalistas. Y ¿si esta práctica se hace negocio para los funcionarios policiacos?… Esta violencia generalizada es una desgracia social, afirma el arzobispo de Oaxaca… Ya le aventaron a la CNDH el caso Luvianos, todo para hacer tiempo en lo que respiran en Los Pinos.