Esta semana se llevó a cabo la consulta previa sobre el sistema de cuidados de la Ciudad de México, un espacio en donde legisladoras, activistas y organizaciones de la sociedad civil compartieron ideas, modificaciones y adiciones a la iniciativa de la Jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Dividido en distintas mesas, en el segundo día de la consulta se trataron temas como el presupuesto de cuidados; los aprendizajes en materia de cuidados de los pueblos indigenas y comunidades afrodescendientes; personas con discapacidad; cuidados para las personas en situación de calle y personas privadas de la libertad.
Como parte de la Mesa 2, que versó sobre las experiencias y aprendizajes en torno al trabajo de cuidados de los pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes, Jocelyn García, quién acudió en representación del Secretario de Atención y Participación Ciudadana de la capital, aseveró que los cuidados son un derecho que sostienen la vida y la participación ciudadana es el camino para convertir esa convicción en ley, en políticas y en prácticas diarias que transformen los territorios.
Asimismo, recordó que la ciudad ha experimentado un proceso de migración que ha impactado de forma importante en la cultura, tanto en cuestiones gastronómicas, culturales como en las cosmovisiones propias de los sistemas de cuidado y, más que nunca, se tiene la certeza de que el cuidar es un acto colectivo.
En ese sentido, García indicó que la tarea institucional es escuchar, reconocer y traducir esas experiencias en un marco jurídico fuerte, intercultural y con perspectiva de género para el Sistema de Cuidados en la ciudad.
El cuidado como un derecho humano es indispensable para la sostenibilidad
Por su parte, Erika Segundo Maya, mujer mazahua originaria de San Antonio, en el Estado de México, resaltó que en los territorios el cuidado no es solo la base de la vida diaria, sino una responsabilidad colectiva; sin embargo, recordó que el trabajo de cuidar ha recaído históricamente en las mujeres.
“Por eso celebro que hoy hablemos de Sistemas de cuidado, de derechos, de justicia. Porque las mujeres de nuestros pueblos no solamente cuidamos, también recogemos el agua, protegemos la tierra,participamos en la mayordomías, en el TEQUIO, en el campo, en la vida ceremonial, en la defensa del territorio”.
Al recurrir a los datos, Segundo Maya recordó que las mujeres que hablan alguna lengua indígena dedican casi 36 horas semanales al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, cinco horas más que las mujeres no indígenas.
A esto, dijo, se suman que más del 63 por ciento de estas mujeres participan y trabajan en su comunidad. “Y aún así nuestro aporte ha sido invisible” señaló al reconocer la importancia de que la Ciudad de México reconozca el cuidado como un derecho humano inscrito en la Constitución.
“Un derecho que es universal independientemente e indispensable para la sostenibilidad y como lo dijo la jefa esta reforma no solo reconoce que el cuidado sostiene a la sociedad sino que declara que no es natural que recaiga en las mujeres” indicó.
Así, Segundo Maya citó como ejemplo el proyecto de vivienda indígena que impulsó la presidenta Claudia Sheinbaum durante su gestión como Jefa de Gobierno de la CDMX; este, refirió la ponente, es un ejemplo de cuidados con pertinencia cultural, que reconocen las cosmovisión y escuchan la voz de las mujeres indígenas como líderes, defensora y portadoras de conocimiento.
“Las mujeres indígenas siempre hemos sido el corazón y la memoria de nuestros pueblos” recordó.
Urgen a la CDMX a colaborar con entidades vecinas
Durante su intervención, Frida Díaz Gonzáles, representante de la Coalición por el Derecho al Cuidado Digno y Tiempo Propio de las Mujeres, recordó que en los territorios el cuidado puede vivirse desde el placer, la ternura y desde el vínculo, pero también desde el enojo el agotamiento y la renuncia a la propia autonomía.
Por esto, recalcó que el problema no es cuidar, sino enfrentar las condiciones de desigualdad y la ausencia de corresponsabilidad que convierten a cuidado en una carga injusta.
En cuanto a la trascendencia de la iniciativa fuera de Ciudad, Jessica Vega Ortega, indígena mixteca de Valle de Chalco y representante del colectivo Hermanos Mixtecos Juntos, celebró el avance vanguardista de la ciudad, sin embargo, resaltó la necesidad de que la capital “arrastrare” a otras entidades en el avance de políticas públicas.
