I.- Los mexicanos sobrevivimos a los embates del clima mundial con sequías y temporales que siempre arrasan con los más pobres. Y los dos años de peñismo van de mal en peor, pues el precio del petróleo va a la baja, mientras aumenta el desempleo por constantes despidos, ya que la actividad económica sigue en picada a pesar de los buenos deseos de Videgaray. Empujado al despeñadero por los doce años de panismo del cocacolero de Fox y los brindis de coñac con cocacola de Calderón, ahora el peñismo nos arrastra al fondo de una crisis general. La delincuencia muy bien organizada, en cárteles que asesinan y secuestran, ha disparado la violencia desafiando al gobierno federal que no ha podido enfrentarla; pues además de todo, son socios en el negocio de los robos, desapariciones y homicidios. La Nación está atrapada en miles de desgracias como la pobreza y el hambre, a pesar de los gritos de Rosario Robles ante su amigo-jefe: Peña, alabando los programas de “Progresa” que sólo son paliativos para la publicidad de “Mover a México”.
II.- Huracanes por todos lados. Delincuentes en todo el territorio. Y el peñismo empequeñecido ante esos fenómenos. Los hombres del dinero se enriquecen abusando de los mexicanos. Y los peñistas en sus cargos con sueldos, no de un país pobre y con desgracias, sino de jeques que se llevan la venta del petróleo, no tienen idea de sus responsabilidades. Los jóvenes no encuentran trabajo ni cupo en las escuelas y el país entero va hacia el desastre víctima de la violencia de huracanes, matones del narcotráfico, ladrones y demás bazofia humana que se apoderó de fragmentos del Estado, erigiéndose en gobernantes que, con los millonarios, se han quedado con la riqueza nacional. De la noche a la mañana le estallaron los problemas al peñismo –sumándose a los heredados del calderonismo–, porque Peña y los dirigentes de los tres partidos sólo se dedicaron a desahogar su agenda con radicales modificaciones a los principios constitucionales, causando malestar político y social, que desde su toma de posesión han aumentado.
III.- En el diario acontecer, la política es presente. Y dejar las cosas para “mañana” es un espejismo, donde se acumulan los problemas sociales que hacen volar por los aires lo que esa moderna Caja de Pandora contiene… haciéndolos más complejos. Era más urgente encontrar respuesta al narcotráfico y la delincuencia organizada que le heredó el sangriento sexenio calderonista. Pero Peña implantó la misma estrategia y los narcos, encarcelados sus capos, se han afianzado y le disputan el control territorial y capitalista. Y también se vio atado de manos para poner en orden a los desgobernadores que le entraron con ayuda económica para su campaña, en cuya negociación tuvo mucho que ver la Gordillo, ahora prisionera por ponerse “con Sansón a las patadas”. Se precipitó Peña con sus “cambios estructurales” creyendo que los vientos corrían a favor de su nave. Pero llegaron los huracanes de la naturaleza, la violencia y las inconformidades; y el mexiquense debe estar desesperado porque los inversionistas dudan en venir tras el botín, debido a tanta inseguridad.