(30 de abril, 2020. Revolución TRESPUNTOCERO).- La música tradicional y la canción de protesta están de luto en México. Óscar Chávez, uno de sus máximos exponentes, ha fallecido por síntomas de coronavirus.
Hay dos facetas muy claras en la trayectoria del compositor e intérprete: primero, como uno de los principales “rescatistas” de la música popular, el mensajero de canciones que habían persistido de boca en boca, en los pueblos, en los barrios. Se puede decir que a muchas de estas canciones las salvó del olvido al que tal vez estaban condenadas.
“Me gustó desde chamaco, por influencia de mi padre y de la familia… las canciones viejas, las canciones antiguas”, relató Chávez para Revolución TRESPUNTOCERO en una entrevista del ahora lejano agosto del 2014.
Con la modestia y generosidad que lo distinguían, Óscar Chávez se consideraba un re-intérprete, dando siempre crédito a los orígenes populares de lo que cantaba, que le llevarían una y otra vez a tocar en el Auditorio Nacional, entre otros recintos.
“Toda esta enorme tradición, tratas de no copiar, no imitar, en la medida de lo posible; tratar de encontrar tu propia voz, tu propio estilo… y eso te lleva toda la vida, no hay recetas ni fórmulas”, comentó en aquel entonces.
En segundo lugar, el cantautor también se queda en la memoria de los mexicanos como una voz de lucha, una voz que siempre fue incómoda para el statu quo.
“El canto político, o de protesta, o testimonial, está contenido en la tradición popular de nuestra canción, aquí y en toda Latinoamérica”, refirió Chávez en la citada entrevista.
Además, había una cosa que tenía muy clara y la ejerció a cabalidad durante su carrera musical: “la canción es una herramienta muy poderosa, por eso le tienen tanto miedo”.