Durante una mesa redonda del Foro Económico Mundial que se lleva a cabo en Davos, Suiza, el titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray, afirmó que se prevé que la Reforma Energética esté lista para la primera mitad de este 2013.
Dicha reforma comprendería cambios en Petróleos Mexicanos (Pemex) para permitir mayor participación de empresas privadas.
Para Emilio Lozoya Austin, director de Pemex, quien también participó en dicha actividad, los cambios generarán “más valor” y, según afirma, no habrá privatización en los energéticos nacionales: “modernizar Pemex no implica privatizar ni que el Estado pierda la rectoría del sector energético”.
Esto se suma a las declaraciones pronunciadas por el presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, quien afirmó que su partido cambiará sus estatutos para promover el cobro de IVA a alimentos y medicinas, además de la participación de capital privado en Pemex.
Los tres discursos son oscuros y demagógicos, pues hasta el momento no queda claro en qué se basará esa participación de la Iniciativa Privada. Bajo el lema repetido por tantos gobiernos, “el petróleo es nuestro”, los tres personajes emanados del PRI buscan que la ciudadanía apruebe la propuesta del tricolor aunque, sobra decirlo, pueden operar libremente sin el beneplácito del pueblo.