(20 de enero, 2015).- Ángel Aguirre Hererra, hijo del ex gobernador de Guerrero, anunció ayer que contenderá por la alcaldía de Acapulco. Debido a que la salida de su padre del Ejecutivo estatal estuvo marcada por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las críticas no se hicieron esperar.
En respuesta, Aguirre Herrera dijo que él y su padre no tienen nada de qué avergonzarse. “A nivel nacional los medios lo han estigmatizado y han aprovechado la coyuntura para afectarlo”, aclaró.
Durante su entrevista radiofónica con Grupo Fórmula, Aguirre Herrera insistió en que el nombre de su padre está limpio en la mayor parte de la población de Guerrero.
En octubre del año pasado Ángel Aguirre Rivero presentó su renuncia argumentando que si su salida ayudaba a encontrar a los normalistas, él no tenía objeción en retirarse. “Ya señalé que mi obligación era asumir con responsabilidad esta emergencia, emergencia que he encabezado incansablemente”, aclaró.
Cabe recordar que José Luis Abarca solicitó licencia para ausentarse como presidente municipal de Iguala el 30 de septiembre. Cuatro días antes, fueron asesinados tres estudiantes y otros 43 desaparecieron a manos de la policía municipal.
A partir de entonces, se criticó a Iñaky Blanco, procurador del estado de Guerrero, por permitir la fuga del alcalde. En entrevista con MVS Radio, Ángel Aguirre, gobernador de la entidad, aseguró que meses antes de la desaparición de los normalistas, él había notificado a las autoridades federales sobre los nexos de Abarca con el crimen.
Pese a que Aguirre no se preocupó porque se solucionara la situación en Iguala, en vísperas de la elección su hijo asegura que no debe nada al pueblo de Guerrero.