(19 de marzo, 2016. RevoluciónTRESPUNTOCERO).- La falta de políticas públicas llevadas a cabo por los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México, encabezados por Miguel Ángel Mancera y Eruviel Ávila, para resolver los problemas ambientales originados por la alta polución han provocado una de las más duraderas en los últimos 17 años en el Valle de México.
Aunque ambas entidades concentran al menos el 35 por ciento de la población total del país, la concentración del parque vehicular de más de 15 millones de unidades ha generado la emisión constante de gases en la capa de ozono que repercuten en la salud de los propios pobladores.
Tanto Mancera como Ávila se han hecho de la vista gorda, pues si bien es cierto que el gobierno capitalino intentó incrementar el programa Hoy No Circula, la apelación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) calló cualquier intento de la administración perredista de atender la problemática ambiental.
En contraste al programa que lo único que motivo fue el pago de “mordidas”, se encuentra la acción errónea de imponer un reglamento vehicular que favorece con las multas los bolsillos de una empresa privada (40 por ciento de la ganancia recolectada) y afecta el ambiente con los límites de velocidad tan patéticos, ya que con base en un estudio realizado hace 5 años por investigadores del Instituto Flamenco de Investigación Tecnológica llamado “Transport Policy” se concluyó que los beneficios de reducir la velocidad en una ciudad ocasiona una mayor contaminación.
Por su parte, los 20 municipios del Estado de México que conforman un espacio de la zona metropolitana también son productores de los gases contaminantes y el gobierno de Eruviel Ávila no se ha enfocado en atender este asunto, pues sólo está concentrado en sus intereses políticos de cara al proceso electoral de 2018.
Aunque los dos son presidenciables, sus bonos para los comicios electorales han caído aún más en los últimos días, pues hay un sentimiento de inconformidad por parte de la sociedad, ante las acciones insuficientes para resolver el problema de la contingencia ambiental.
Un ejemplo reciente de ello fue el realizado el pasado miércoles por el gobierno priísta del Edomex al cerrar las puertas de los tiraderos a la basura proveniente de la Ciudad de México, lo cual sólo demostró una medida desesperada por el “tener que hacer algo” y no una real preocupación por crear medidas y programas que enfrenten la problemática ambiental que se vive a nivel estatal y nacional.
Las autoridades, tanto capitalinas como estatales, deben enfocarse en atender este problema, ya que todavía se esperan más contingencias en los próximos días y de continuar de esta manera, en menos de una década podrían existir condiciones ambientales irreversibles.
De acuerdo con especialistas en temas ambientales, la Ciudad de México se ha convertido en un horno donde, por la altura, cada vez se elevan más las temperaturas y los gases contaminantes que producen los vehículos es un factor que genera más incertidumbre.
Aunado a ello, las autoridades locales no han puesto el suficiente interés en fomentar el uso del transporte público, la bicicleta con la construcción de ciclovías y así conectar no sólo a la Ciudad de México, sino también a los municipios del Estado de México para evitar el uso del automóvil particular.
