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El Estado permite que población respire veneno; casi 15 mil muertos por la contaminación: organizaciones

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(14 de mayo, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- A su llegada a la Ciudad de México, luego de una semana en una playa del Caribe, Angélica Rojas comenzó a tener irritación en los ojos y problemas de presión baja. Su médico concluyó que se trató de estrés, pero también influyó el mal aire de la metrópoli.

En las últimas semanas, Revolución TRESPUNTOCERO pudo corroborar casos similares. La capital de México es donde existe uno de los sistemas más robustos de monitoreo del aire, pero sigue siendo ineficiente. Lo peor, de acuerdo con organizaciones como Hazla de Tos, es que varios estados ni siquiera cuentan con un sistema de monitoreo, por tanto no pueden implementar acciones emergentes.

“Están dejando que la población respire veneno. Es importante este monitoreo porque si no hay, no se puede establecer un programa de contingencia. No se sabe entonces qué partículas se está respirando, por lo que tampoco se pueden tomar acciones preventivas para que no dañe la salud de las personas”, explicó a Revolución TRESPUNTOCERO, Agustín Martínez Monterrubio, Presidente del Consejo directivo de Bicitekas A.C.

Al no cumplir con el monitoreo del aire, el Estado mexicano viola la Norma Oficial Mexicana 156 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), aprobada en 2012, la cual estipula que deben existir redes de monitoreo en 34 ciudades mexicanas con más de 500 mil habitantes, con el fin de proteger a la población y al medio ambiente.

Sin embargo, estas redes no existen en Mexicali, Baja California; Puebla, Puebla; y hay ciudades como Monterrey y Guadalajara donde existen pero el sistema es deficiente, por tanto no es constante y mucho menos sirve en tiempo real.

“En el caso de la Ciudad de México existe, es uno de los mejores sistemas. Hay un equipo de vanguardia, hay buenos técnicos, pero con monitores personales, nos dimos cuenta que la calidad del aire a ras de piso era el doble de mala que lo que registraba el monitor de la ciudad en esa zona, es decir, que esa información tampoco es tan fidedigna. Por otra parte, lo que falta son las acciones. Lo que han hecho ante las contingencias no basta, sólo se trata de parches. Entendemos que es algo complejo y que no se resuelve con una sola cosa, pero el monitoreo es un primer paso y se tiene que hacer bien”, agregó Agustín Martínez, quien también es parte de la red de Hazla de Tos.

“La mala calidad del aire en las ciudades del país constituye una violación al derecho humano a un medioambiente sano garantizado por la Constitución, y es responsable de la enfermedad y muerte prematura de cerca de 14 mil 700 personas cada año en México. Conocer la calidad del aire nos permitirá como ciudades tomar decisiones que ayuden a disminuir la contaminación del aire a través de políticas públicas de salud, movilidad y medio ambiente. En México, la Norma Oficial Mexicana 156, en vigor desde junio del 2012, establece que 34 ciudades con población mayor a 500 mil habitantes (lo que incluye a 30 zonas metropolitanas) deben contar con sistemas de monitoreo. Dichos sistemas de monitoreo actualmente operan de manera inconsistente en la mayoría de las ciudades del país, por lo que es urgente se actúe para mejorar el monitoreo y la comunicación de riesgos asociada a la calidad del aire desde el nivel federal y estatal”, informó por medio de un comunicado, Nebec Meneses, de la organización Brújula que orienta al Norte.

La degradación ambiental y la exposición a contaminantes provocan 24 por ciento de la carga de la enfermedad mundial y el 23 por ciento de todos los fallecimientos, de acuerdo con cifras del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés).

La mala calidad del aire, acceso a agua no segura para beber, alteraciones climáticas, residuos sólidos municipales provocan muertes en México, según el Instituto Nacional de Salud Pública. En tanto el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó en 2010 que existieron 20 mil 496 muertes anuales atribuidas a la contaminación del aire por material particulado en exteriores; 1.75 por ciento de la carga de enfermedad (461 mil 454 años de vida saludables perdidos ajustados por discapacidad).

Con ello, la contaminación del aire es el segundo riesgo medioambiental más importante para la salud humana. La Organización Mundial de la Salud (OMS), con datos de 2012, estima que la mala calidad atmosférica provoca en México 14 mil 734 muertes prematuras anuales.

El Instituto Mexicano para la Competitividad AC (IMCO) informó que la contaminación le costó a los mexicanos 14 millones de pesos en el periodo de 2010 a 2013. En el mismo periodo se registraron más de 19 mil muertes prematuras en las 34 ciudades del país –que exponen a casi 59 millones de habitantes a su polución–, las cuales fueron analizadas por este instituto en su calculadora de riesgos por contaminación atmosférica. Unos 11.5 mil millones de pesos corresponden a pérdidas de productividad; 2.5 millones de pesos a gastos en salud: muertes prematuras, 19 mil 242; hospitalizaciones, 53 mil 191; y consultas médicas, 3 millones 110 mil pesos.

La organización Greenpeace ha informado que las ciudades son los puntos donde se consumen la mayoría de los recursos y donde se genera el 70 por ciento de los gases de efecto invernadero.  Estos asentamientos humanos dependen de otras regiones para satisfacer sus necesidades. Por ejemplo, 51 por ciento de las ciudades en el mundo sólo ocupan el 2 por ciento de la tierra, es decir que hay gran cantidad de personas habitando lugares pequeños, consumiendo los recursos naturales. Y ese consumo provoca muchos de los problemas en el medio ambiente.

La contaminación en la Ciudad de México provoca al menos 4 mil muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente capitalina (Sedema), estima que el 80 por ciento de los contaminantes en la ciudad provienen de estados vecinos, como Estado de México, Puebla, Tlaxcala o Hidalgo.

De acuerdo con los registros históricos de la calidad del aire de la Sedema, los días de más contaminación, principalmente por partículas dañinas para la salud, en algunos casos incluso tóxicas, son el 25 de diciembre y el 1 de enero por la quema de juegos pirotécnicos. “Los más sensibles son los niños, los adultos mayores, y las personas con algún problema respiratorio o cardiovascular”.

Ante los problemas que se han agravado, el gobierno que encabeza Miguel Ángel Mancera ha reforzado el programa Hoy No Circula; sin embargo, las acciones han sido criticadas por expertos, al asegurar que se trata de medidas que no atacan el problema de fondo, pues se sigue pensando en infraestructura para coches, en lugar de la construcción de áreas verdes y formas alternativas de transporte.

 

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