(21 de mayo. Revolución TRESPUNTOCERO).- Mientras que los gobiernos no comprendan y acepten a México como un país multicultural, mientras no se entienda que no se trata de decir esto es blanco o negro sino de dialogar a través de los grises para llegar a puntos de acuerdo, mientras no se crea en la educación como un proceso de transmisión de conocimientos que tienen el fin de potencializar a cada persona, motivando la razón para así crear una red más amplia de aprendizaje a través de la retroalimentación, no se avanzará en materia educativa, por más que se traten de imponer leyes o se utilicen medidas represivas.
Si es cierto que se necesitan cambiar aspectos estructurales en la educación, las técnicas priistas de condicionamiento, represión, amenazas e imposición de una reforma educativa, que se venía trabajando desde sexenios panistas y la cual fue “aprobada” por Peña Nieto y “aplicada” por Aurelio Nuño, no son mecanismos para combatir la problemática educativa y no seguir, como lo calificó el funcionario público, con “niñas y niños de primera, segunda y tercera”.
También es bastante reprochable e inaceptable la negación del gobierno de Enrique Peña Nieto a escuchar las propuestas y demandas de los maestros en lucha y defensa de la educación en México, ya que ¿cómo es posible crear leyes, y en este caso en el ámbito de la enseñanza, sin consultar a los que verdaderamente día a día están en las aulas?
No es el mismo contexto económico, cultural o político de la educación impartida en la Ciudad de México que la enseñanza en alguna sierra en Chiapas o Oaxaca, que de inicio implica a los educadores y estudiantes realizar travesías de al menos 4 horas, y si es cierto que debe ser la misma calidad educativa en cualquier parte la República, ello no significa que se deba homogeneizar y olvidar aspectos importantes como los son las lenguas indígenas, que muchos maestros de las comunidades han denunciado que dentro de la reforma son el sector más olvidado.
Sí, es verdad que el nivel de los maestros debe mejorar y deben estar en constante preparación, pero es iluso pensar que un examen docente mejorará instantáneamente la calidad de la educación y es cuestionable que si realmente se confía en esa medida, se tenga que recurrir a la fuerza pública para poder aplicarla.
En cambio como una de las acciones primordiales, que hasta el momento las autoridades no han mostrado interés, es el de estudiar la situación en cada estado, los cuales, como ya se ha mencionado, son diferentes por el simple hecho de la diversidad cultural, y con base en las investigaciones adaptar, preparar y proporcionar las herramientas necesarias para así mejorar la calidad educativa.
Y, no enfocar las reformas de ley a fines de privatización; retrocesos en derechos laborales; reducción de presupuestos, como ha pasado en las escuelas normales rurales o universidades como la Veracruzana, donde se forman personas críticas, activas y participativas en la construcción de una sociedad mejor y no individuos que sólo cumplen órdenes y acatan horarios para servir a un patrón; así como sutilmente ir condicionando a los trabajadores de la educación a no poder estar en desacuerdo con las decisiones de las autoridades y a través de medidas como “a las 3 faltas te despido” es más fácil controlar a cualquier persona en el ámbito laboral y suprimir protestas como los plantones.
Lamentablemente para Nuño, sus amenazas como, “cualquier maestro o grupo de cualquier tipo o clase que quiera violentar el derecho de los maestros a la evaluación, que quiera seguir protegiendo a los líderes que no quieren perder sus privilegios (…), se van a enfrentar a la fuerza pública”, o la más reciente sobre sustituir a los más de 24 mil educadores en lucha con un ejército de profesores, sólo ha provocado que el gremio magisterial este más convencido de continuar la lucha y no rendirse.
Asimismo el gobierno priista al ver que los maestros continuaron en el plantón -el cual se instaló ante la ausencia de un diálogo – frente a la Secretaría de Gobernación (Segob), pese a que pueden perder sus trabajos, con una actitud muy cobarde y en lo oscurito, como es su costumbre, alrededor de las 3 de la mañana de este viernes 20 de abril mandó al menos 200 elementos de la Policía Federal para desalojar el plantón y como salió en varios medios “se solicitó” a los maestros que recogieran sus cosas en 15 minutos.
El secretario de la educación ha sido tan claro al igual que Osorio Chong y Peña de no establecer diálogo con los maestros hasta que acepten la reforma educativa y el examen docente, ¿acaso la palabra “diálogo” no significa entablar una conversación donde se intercambien diferentes puntos de vista con el objetivo de poder construir nuevas y más completas propuestas?, pero al parecer en este caso el concepto de la palabra es el de escuchar una sola voz e ideología; ahí un error muy grande pero no nuevo de nuestras autoridades.
A estas medidas coercitivas se suma la del despido “rápido y eficaz” de 3 mil 119 maestros que anunció Nuño, lo que sólo demuestra el miedo que le tienen a la organización del pueblo y la sed de control que quieren aplicar sobre éste, en beneficio de unos pocos y en perjuicio de la mayoría.
Así que sólo queda recalcar que “el maestro luchando también está enseñando”, y sería realmente preocupante que en este caso los trabajadores de la educación no fueran críticos y analíticos con las leyes que al final afectan a toda la sociedad y no sólo al gremio magisterial.