El líder petrolero Carlos Romero Deschamps, se encuentra en el ojo del huracán. Pese la serie de amparos que se han girado en el caso, esta no es la única vez que el empresario es acusado.
Luego de las elecciones presidenciales del año 2000, fue implicado en el llamado Pemexgate, un desvío de 1,500 millones de pesos de fondos sindicales a la campaña presidencial del priista Francisco Labastida.
A inicios de este año, el Movimiento Petroleros Activos en Evolución por un México Nuevo presentó posibles pruebas ante la Suprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) por elincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, defraudación fiscal y enriquecimiento ilícito, entre otros delitos.
Poco después, senadores del Movimiento Ciudadano (MC), lo denunciaron ante la FGR por los delitos de:
Robo de combustible, secuestro, venta de plazas, desvío de recursos, enriquecimiento ilícito, delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, evasión y defraudación fiscal, peculado y nepotismo.
El mes de marzo, el líder de Frente Nacional Petrolero, Sergio Carlos Morales Quintana ratificó ante la Fiscalía General de la República (FGR), “la denuncia presentada el pasado 27 de febrero contra Carlos Romero Deschamps por los delitos de fraude y administración fraudulenta de su cargo como secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM)”.
El pasado mes de abril, salió a la luz que secuaces de Romero Deschamps solaparon abuso sexual a trabajadoras en plataformas petroleras y cobro de favores sexuales a cambio de derechos laborales.
Estas no son las únicas acusaciones que Deschamps ha sido objeto, no obstante, las imputaciones recientes podrían lograr que se enfrente a la justicia.