Valentina Pérez Botero/@vpbotero3_0
(10 de mayo, 2013).- Los cuerpos de los últimos 15 rinocerontes negros del parque de Limpopo, en Mozambique, detonaron las alarmas internacionales sobre su extinción. El falso rumor de que eran los últimos ejemplares en la tierra regresaron el foco sobre la amenaza constante a la diversidad que significa la caza furtiva.
El Programa Global de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), encargada de llevar el registro de especies en peligro o extintas, asegura que en África todavía viven 5 mil 55 rinocerontes negros, aunque su existencia sí se encuentra en peligro crítico.
En los primeros cinco meses del año, Sudáfrica ha capturado a 94 personas culpables del tráfico de especies en vía de extinción y caza furtiva, y 292 rinocerontes han sido asesinados en el miso periodo.
2012 cerró con 630 rinocerontes muertos; a pesar de las altas cifras, de las penas en los países que condenan tanto la caza como el tráfico, la demanda en países asiáticos sigue incentivando la reducción en la población de estos animales.
En marzo, durante la Convención sobre el Comercio Internacional de Flora y Fauna (Cites), Sudáfrica admitió estar perdiendo la lucha contra la caza ilegal; calcula que para 2020, los 20 mil ejemplares de rinoceronte en su territorio, podrían desaparecer.