(11 de junio, 2014).- Un joven parapléjico llegará al centro de la cancha en la Arena Corinthians de Sao Paulo, se levantará de su silla de ruedas sin la ayuda de ninguna otra persona, caminará más de 20 metros hasta alcanzar el balón que estará delante de él y lo pateará. De esa forma dará inicio oficialmente el Mundial de Brasil.
Esta patada inicial de la Copa del Mundo será posible gracias a Miguel Nicolelis, neurólogo brasileño que lidera al equipo de científicos desarrolladores del exoesqueleto biónico, “traje” que por medio de un casco recibirá señales cerebrales que transmitirá a un ordenador ubicado en una especie de mochila, lo que hará que el paciente manipule la prótesis por medio del pensamiento.
Con un peso de 70 kilos aproximadamente, el exoesqueleto biónico de Nicolelis estará forrado de una piel artificial llena de pequeños sensores, lo que también dará una sensación táctil al paciente y le permitirá sentir las texturas del pasto y del balón como si fuera con sus propios pies.
El voluntario que pruebe este “traje” durante la inauguración del Mundial, también sentirá la temperatura ambiente, velocidad y pequeños vibradores conectados a los brazos del paciente que se activan cuando las piernas del exoesqueleto tocan el sueño, harán que su cerebro asocie las vibraciones al movimiento de las piernas, por lo que la persona tendrá la impresión de sentirlas.
El nombre de este proyecto es “Walk Again Project” (Caminar de nuevo) y es uno de los avances científicos más significativos de Brasil en la última década. Miguel Nicolelis encabeza este proyecto, que en su totalidad ha sido desarrollado en la Universidad de Duke de Carolina del Norte. Pensando en el prestigio mundial que este avance daría a Brasil, el gobierno de ese país decidió financiar el proyecto de Nicolelis en enero del 2013.
El exoesqueleto del neurólogo brasileño ha sido probado por 8 voluntarios discapacitados, 6 hombres y dos mujeres de entre 20 y 35 años que perdieron la sensibilidad en las piernas por diversos accidentes, pero sólo uno de ellos entrará a la cancha de la Arena Corinthians de Sao Paulo.
Los voluntarios que probarán el exoesqueleto biónico, han entrenado con neurólogos y médicos para poder dominar el control sobre el robot. Han trabajado día y noche durante los 7 días de la semana desde que el proyecto fue aprobado. Sin embargo, sólo uno de los 8 jóvenes dará la patada inicial para Brasil 2014 y será el que mejor se adapte al funcionamiento del exoesqueleto.