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Acciones de Meade dan cuenta del tipo de gobierno que llevaría; está escuchando y pidiendo el respaldo de los personajes más dañinos del país: Quezada

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(12 de diciembre, 2017. Revolución TRESPUNTOCERO).- “Desde su destape (el oficial), José Antonio Meade se ha reunido con grupos y personajes que se han caracterizado por haber afectado severamente al país, el más reciente ha sido su encuentro con Vicente Fox. Vemos a un candidato priista que se la ha pasado armando convenios, cerrando tratos -seguramente-, al estilo de los empresarios, codeándose con quienes sí le pueden dar el triunfo de manera fácil y fraudulenta, sin voltear al pueblo, el que se supondría es el importante.

Las acciones de Meade dan cuenta del tipo de gobierno que llevaría, es sencillo, está escuchando y pidiendo el respaldo precisamente de los más dañinos personajes (y partidos) que le han tocado al país, pero qué ha hecho en estos días que tenga que ver con el pueblo, con el de abajo, con la clase media, con esa que solamente tiene su voto para defender a México del neoliberalismo, no lo veo hablando con ellos, ni proponiendo para ellos. Se está ocupando de unir las fuerzas contra el que sí está trabajando en terracería por y con el pueblo. Esa es solamente una de las varias diferencias abismales entre el empresario al servicio de la oligarquía y un político congruente con su oficio”, señala a Revolución TRESPUNTOCERO, la especialista en temas de política y economía, Andrea Quezada.

Por su parte, el analista político Emilio Lezama, señala que lo fascinante de la comunicación política es la capacidad que tiene para construir mentiras que son popularmente tuteladas como verdades. “Hace unos días, cuando José Antonio Meade fue destapado como el candidato del PRI; el partido del gobierno lanzó una maquinaria de comunicación política que buscaba plantearlo como un hombre honesto, no-partidista que iba a ‘defendernos’ del ‘peligroso populismo’ de AMLO.

La campaña logró temporalmente su cometido. A las pocas horas, los chats familiares se habían llenado de vídeos del próximo héroe, la comunidad tecnócrata se cubría en autoelogios y compañeros que hasta hace unos días eran inclementes con el priismo, alababan al nuevo candidato y se decían listos para votar por él. A veces la historia se olvida tan rápido que aún antes de serlo ya no la recordamos”, indica en su columna de opinión Las cinco falacias de Meade.

Pero señala que, en cuestión de una semana Meade pasó de ser “el diferente”, a ser el más arcaico de los priistas. Señala que, llamó a Peña Nieto “el arquitecto del cambio y un gran mexicano” para después empezar a vitorear su nombre, tomarse una foto con los gobernadores y celebrar a los líderes sindicales.

“Pero no hay que sorprenderse ante estos hechos, no es que Meade se haya vuelto más priista, sino que siempre lo fue, y la mentira comunicativa que quiso imponer no tuvo la fuerza para sostenerse ante la realidad”.

Lezama puntualiza en que, existen cinco falacias que siguen rondando en el vox populi mexicano en torno a la figura y la candidatura de Meade.

En la número uno, señala que, aunque se dice que “no tiene ningún escándalo”: Según refiere Jorge Castañeda, aunque “supongamos que él sea honesto en lo personal”, “su problema es la complicidad”, pues las dependencias a su cargo han visto pasar los grandes escándalos de corrupción del sexenio.

En la posición dos, indica que, se menciona que “ha sido un gran funcionario”: Como secretario de Hacienda, Meade fue el responsable del gasolinazo, del aumento a la canasta básica y la inflación más alta que México ha tenido en ocho años, sustenta Lezama.

Como número tres, menciona que, “vale la pena porque él es honesto”: Es irónico, los mismos que acusan a AMLO de corrupción por asociación defienden a Meade por el argumento contrario. “Es honesto a pesar que su entorno no lo es”. Esto puede o no ser verdadero, pero representa una doble medida para entender la honestidad de los candidatos, indica.

La falacia cuatro para el analista es que “está preparado”: La preparación académica no garantiza nada. Y pone como ejemplo que, Carlos Salinas de Gortari estudió dos maestrías y un doctorado en Harvard. Al igual que Meade, “Salinas fue un funcionario destacado y un tecnócrata convencido antes de ser presidente”.

La falacia cinco: “Él no es como ellos”: Su equipo de campaña es una réplica de este sexenio. El día que debía empezar la reconstrucción de las escuelas dañadas por el terremoto, el secretario de Educación abandonó esa tarea por una que considera más importante: la campaña de Meade. A él se unen Virgilio Andrade, Enrique Ochoa y Alejandra Sota.

Para Lezama, la falacia de la candidatura “diferente” de Meade se resume en una respuesta que dio hace unos días al ser cuestionado sobre si investigaría los casos de corrupción de la actual administración:

“Tenemos que movernos en un esquema en el que la pregunta no sea válida. (…) Vamos a funcionar bien cuando la pregunta deje de tener mérito”. Entre todos los escándalos de corrupción de esta administración, Meade entiende que el problema de la corrupción son las preguntas que le hacen los periodistas sobre el tema.

“Meade podrá tener ciertas cualidades, pero no son las que nos han querido vender. Ante ello, no hay que confundirse; Meade no está usando al PRI para realizar su proyecto de país; el PRI está usando a Meade para perpetuar su proyecto de impunidad y corrupción”, indica.

El analista político, Ángel García hace énfasis en que, se puede decir que Meade y Nuño resultaron hábiles “chapulines”. “Pero no se puede decir… Que se han ido de salto en ‘salto’. La trayectoria de José Antonio Meade ha sido larga y tendida, ocupando varias secretarias de Estado, faltándole nada más que se dé ‘baños de pueblo’ para dar el salto ‘mortal’ y caer bien parado en los Pinos.

Y en cuanto a Aurelio Nuño, se va de coordinador de la campaña del ex secretario de Hacienda, dejando ambos sus secretarías a medias, demostrando que primero son ellos, después ellos y siempre ¡ellos!”.

El candidato del PRI, indica Quezada, por el solo hecho de estar representando a ese partido debería ser rechazado por la sociedad, no hablo que elijan a otro candidato o partido en especifico, sino solamente eliminar de sus posibilidades a Meade, pero esto no puede hacerlo todo el país.

“Solo aquellos que han sido reprimidos física, económica, social, política y psicológicamente en algún momento o varios del sexenio de Peña Nieto y de todos los sexenios anteriores donde ha habido muertes, despojos, tortura, ejecuciones, crisis económicas que llevan por años incluso décadas a no saber qué significa comer una canasta básica completa, o al menos a medias, porque millones de mexicanos, incluidos niños y recién nacidos nunca han sabido qué es comer dos veces al día, mucho menos en tres ocasiones.

Meade ha sido secretario en dos sexenios, muchos ven eso como un logro,  cuando justamente debería ser uno de los cuestionamientos principales para no pensarlo en ningún momento como posibilidad de voto. Y es que en ninguno de los dos gobiernos se le puede reconocer verdaderamente un éxito reflejado en el bienestar de los mexicanos. Para llenar un curriculum pues sí es aplaudible, pero qué nos puede decir de los resultados, eso y nada es lo mismo. Peor aún cuando estuvo en una de las secretarías más importante como lo es Sedesol”, indica la especialista.

Ya que señala que desde ahí, debió comenzar a arrojar resultados, “en esa debió demostrarle a los mexicanos que sí tiene el talento y el amor a los mexicanos (porque son los de abajo los importantes) y ello verlo reflejado en acciones. Si a mi me hubiera demostrado que hizo algo por los millones en pobreza y pobreza extrema, estaría haciendo campaña por él. No hablo de erradicar la desnutrición o otros problemas que tienen que ver con el bienestar y crecimiento de las familias en situación precaria, pero sí de ver un mínimo avance.

A Meade sus actos, como los de cualquier otro político le preceden y los suyos junto a sus resultados no han reflejado ningún avance que lo presente como un buen posible presidente, si eso es lo que pudo dar en cada secretaría, en Hacienda recortes a poblaciones vulnerables y aumentos a impuestos, qué haría teniendo un país que dirigir, sería como todos los demás un fracaso. No hay una sola política que se le pueda celebrar, entonces tantas secretarías a su paso y desempeños fallidos. No pudo desde esos puestos no podría jamás como presidente del pueblo, aunque seguramente, como observamos haciendo relaciones públicas con los políticos nefastos del país lo haría a la perfección, es decir, es un mensaje, podemos observar para quien sí gobernará”, puntualiza Quezada.

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