Valentina Pérez Botero / @vpbotero3_0
Las plantas son consideradas unas aliadas en la lucha contra el porque su capacidad de absorción de CO2 funge como un balance de la actividad humana. Nosotros producimos y ellas reciclan: toman el gas de efecto invernadero y lo convierten en oxígeno.
La revista europea Nature Geoscience publicó una investigación en la que se demuestra que las plantas están luchando una segunda batalla contra el calentamiento global. Fuera de sus ramas o tronco, emiten aerosoles que, compactados en nubes, ayudan a reducir las externalidades de los gases nocivos para el ambiente.
Aunque su contribución es significativa –es la primera que vez que ha podido ser cuantificada- sólo representa, en promedio, un uno por ciento en la lucha global contra el cambio climático.
El comportamiento de estos bioaerosoles abre una nueva perspectiva entorno al papel de estos agentes en los cambios medioambientales que está sufriendo el mundo. Y los datos de investigación, tomados de 11 lugares del planeta, mostraron que de uno por ciento puede escalar a 30 en la contribución a la reducción de temperatura en las zonas selváticas y bocosas.
Ari Asmi, investigador de la Universidad de Helsinki, insiste que “El olor a selva nos puede salvar”, pues ese olor está compuesto, precisamente, por bioaerosoles.
