Por: Valentina Pérez
Los hoteles en Costa Rica, el destino turístico más frecuentado de centro América, ya no compiten por ganar estrellas sino hojas. Cada hoja, también en una escala del cero al cinco, equivale al nivel de sustentabilidad de sus instalaciones: mantenimiento, operación, administración de desperdicios; entre otros.
El Instituto Costarricense de Turismo auspicia el certificado de Turismo Sostenible que se encarga de medir: entorno físico biológico –interacción de la empresa con el medioambiente circundante-, planta de servicio –ahorro de luz, agua, desechos -, entorno socioeconómico – de las comunidades circundantes- y cliente –involucran a los visitantes en los principios de la sustentabilidad-.
Dependiendo del porcentaje de avance en los parámetros de medición, la empresa de hospedaje u operador turístico, van ascendiendo en el escalafón de hojas verdes.
La idea general es tanto asegurar la permanencia y conservación de los atractivos turísticos naturales como promover que el descanso se acompañe de cero huella de carbono. Sea ligero tanto en estrés como en contaminación.
Muchos de los servicios que ofrecen estos hoteles ecológicamente amigables son siembra de árboles nativos, platillos de la huerta del hotel, cursos de sustentabilidad y ecotécnias que ayudan al ahorro de agua