Un artículo recientemente publicado en la revista Nature indicó que las bacterias pueden reciclar los desechos provenientes de tumores para utilizarlos como “combustible” de células inmunes.
Las células T, son parte del sistema inmune y funcionan como defensa, matando o eliminando agentes externos del cuerpo. Dichas células son vitales para la inmunoterapia contra el cáncer.
La respuesta eficaz de estas células contra los tumores depende de nutrientes tales como un aminoácido llamado L-arginina, sin embargo, el conseguirlos es complicado ya que el microambiente tumoral es pobre.
Estudios previos demostraron que “la suplementación con l-arginina prolonga la supervivencia de las células T, mejora la generación de una respuesta de memoria y mejora la eficacia de eliminación de tumores”, pero la administración era difícil puesto que implicaba que los pacientes consumieran diariamente cantidades excesivas del aminoácido o, en su defecto inyectar directamente al tumor, pero esto solo era posible en aquellos que fueran superficiales.
También comprendieron que el amoniaco, un desecho de los tumores podía acumularse en el ambiente tumoral y enzimáticamente convertirse en L-arginina.
Por ello, manipularon bacterias de tal manera que crearon una versión mutante que bautizaron como “bacteria L-arg” que al inyectarlas en ratones, notaron un aumento de células T para atacar tumores.
Luego se tomaron las células T de memoria en animales tratados para transferirlos a otros con tumoraciones y con esto, se suprimieron.
Aunque los autores del review, mencionaron que aunque, “las preguntas persisten sobre su eficacia y seguridad en humanos”, dichos estudios son pioneros en la modulación inmune mediante un microambiente con bacterias inducidas.