Por: Valentina Pérez Botero
Twitter: @vpbotero3_0
“El cambio climático llevará a una reorganización muy importante en la distribución geográfica de la producción de vino”, afirma Lee Hannah. El investigador de la Universidad de California alertó que las nuevas zonas de producción coinciden con importantes reservas de la biósfera.
El incremento de las temperaturas a nivel mundial cambiará las condiciones del cultivo de la vid, afectando la producción en sí y su precio. En un estudio prospectivo los investigadores sometieron diversos tipos de uva a un incremento pesimista de 4.7° C y un aumento mínimo de 2.5° C –panoramas que se espera para 2050. Los efectos tuvieron como resultado hasta un decremento de 85 por ciento en la producción de Europa, mientras en países latinoamericanos como Chile la pérdida se calcula en 40 por ciento.
El aumento en temperatura significará un cambio drástico en las condiciones climatológicas necesarias para la producción de la uva, por lo que de manera paulatina necesitará mayor riego y eventualmente los viticultores tendrán que buscar zonas más al norte, que en China concuerda con la reserva de osos panda y en EE.UU. con el parque nacional Yellowstone.
El estudio muestra no sólo un desplazamiento geográfico de las zonas tradicionales de la vinicultura, sino una futura medición de fuerzas entre los vinicultores –empresas, plantadores y consumidores– y los defensores de la vida silvestre. Rebecca Shaw, científica del Fondo de Defensa Ambiental afirma que “Esta adaptación [del vino] tiene el potencial de amenazar la sobrevivencia de la vida silvestre”.