(03 de noviembre, 2014).- El obispo de la diócesis de San Cristobal de las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi Esquivel, declaró que la desaparición —aún sin resolver— de 43 normalistas de Ayotzinapa es “una vergüenza nacional que debe de llamarnos también a un examen de conciencia nacional”.
Arizmendi Esquivel dijo que la misa del pasado domingo 2 de noviembre estuvo dedicada a la memoria de los mexicanos que han muerto recientemente debido a la ola de violencia por la que pasa el país, sobre todo migrantes y ahora los normalistas, aunque aclaró “no porque sean difuntos, pues al igual que sus familiares, deseamos que estén vivos”.
“Yo celebré la misa también con la intención de pedir por ellos y ojalá que estén con vida y si no, también nuestra misa es por ellos, para que tengan la paz y el descanso eterno y sobre todo por sus familias”, expresó.
Asimismo advirtió que también pide por las autoridades, “para que sigan haciendo hasta lo imposible por encontrarlos, e igualmente pedimos por los autores de este crimen, para que se conviertan, se arrepientan; que en su conciencia, si es que todavía tenga algo de conciencia, comprendan que hicieron un crimen espantoso, inexplicable, inhumano”.
El obispo también se solidarizó con las diversas manifestaciones que se han llevado a cabo para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural ‘Raúl Isidro Burgos’.
Finalmente, instó a que “nos respetemos unos a otros porque, de lo contrario, estamos manifestándonos contra una injusticia y se cometen nuevas injusticias, y es una cadena de nunca acabar”, concluyendo que la diócesis a su cargo se une a las expresiones de dolor, pena y preocupación de todo el país.