Por: Valentina Pérez Botero
Twitter: @vpbotero3_0
Malas prácticas agropecuarias –uso de agua contaminada, exceso de agroquímicos– han provocado la presencia de metales pesados en cereales como el arroz. Investigadores estadounidenses publicaron pruebas en las que encontraron niveles de plomo 30 y 60 veces mayores que los permitidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
Aunque EE.UU. importa sólo el 7 por ciento de su arroz, las consecuencias del plomo en la salud humana pueden generalizarse a todos los países que importan cereal de China y Taiwán, las procedencias en donde los investigadores encontraron más miligramos de plomo por kilo.
Las consecuencias por intoxicación de plomo pueden tener repercusiones severas en el desarrollo infantil –sistema nervioso, crecimiento– y consecuencias en los adultos como afectaciones en la reproducción, sistema sanguíneo, perturbación del funcionamiento nervioso, daño en riñones, entre otros.
China, el principal productor de arroz del mundo, ha tenido un inicio de año caracterizado por los escándalos ambientales; entre ellos resalta la contaminación del 97 por ciento de su agua subterránea con tóxicos industriales, los que, indiscriminadamente, terminan en las plantaciones del cereal y son los principales causantes de los rastros de plomo encontrados.
Los arroces de República Checa, Bután, Italia, India y Tailandia también excedieron los niveles de plomo permitido. Hace unos meses EE.UU. también encontró niveles preocupantes de arsénico en el cereal.