Redacción / @Revolucion3_0
(30 de agosto, 2013)”Se siente bien bonito la primera vez que te llaman Maestro” dice O mientras recuerda porqué está en el plantón del Zócalo de la Ciudad de México, a más 10 horas de su comunidad: quiere enseñar.
Es alumno de los primeros semestres de la Escuela Normal de Educación Especial (ENEE), centrada en la formación de maestros para niños que tienen algún tipo de discapacidad. “Estoy aprendiendo lengua de señas mexicana y braille” cuenta el joven oaxaqueño de 21 años que llegó ayer en la mañana a la capital del país junto a 20 compañeros más de su normal.
Ellos protestan porque sienten que la reforma educativa, propuesta por el Ejecutivo mexicano –Enrique Peña Nieto-, no toma en cuenta las particularidades de cada región “Donde yo vivo hay gente que no sabe qué es un avión, que no conoce una computadora, que ni siquiera habla español ¿Cómo nos van a evaluar?”.
Marchan en sus estados y se manifiestan en la capital. Ellos que aún no son maestros marchan junto a quienes han enseñado toda la vida “es que se está perdiendo la noción de qué es transmitir conocimiento. Yo quiero que mis alumnos sean ciudadanos conscientes, críticos” dijo L, estudiante de la NormalSuperior de Michoacán mientras marchaba el miércoles en la tarde hacia Los Pinos.
De Michoacán a México, los 40 normalistas que viajaban en el bus se encontraron con la resistencia de los federales para llegar al DF. A la altura de Marabatío los detuvieron para preguntarles sobre por qué iban al DF, L les responde “venimos por los estudiantes, por los maestros; ambos son nuestro futuro”.
Las ocho normales de Michoacán reúnen un grupo de 400 normalistas a los que se suman grupos de todos los estados del país: jóvenes de 18 a 24 años que independiente de la lucha magisterial convocada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) también han encabezado movimientos de resistencia en sus localidades.
La Coordinadora de Escuelas Normales del Estado de Oaxaca (CENEO) también logró convocar a un grupo de la Escuela Normal Bilingüe Intercultural de Oaxaca (ENBIO). N habla español y Zapoteco, y C sabe mixteco variante alta y español, dicen que la reforma ignora que en Oaxaca hay 16 grupos lingüísticos “a veces allá llegan profesores que hablan español y se enfrentan con alumnos monolingües de lenguas indígenas” explican mientras se lamentan por la reforma educativa.
“Aquí nos da frío, nos enfrentamos a críticas. La gente, como nos ve jóvenes, dice ´chamacos váyanse a estudiar´” dice N con los ojos rojos porque anoche no pudo dormir. Sus carpas están a un costado de la catedral metropolitana y las reuniones, la comida comunitaria, siempre tienen el sonido de las campanas al fondo que les recuerda el tiempo invertido para que a sus hermanos alguien les pueda enseñar español.
Ninguno de los hombres, representados por letras por miedo a su criminalización, tiene más de 24 años y aún así enuncian claramente su propósito “estamos conscientes de por qué estamos aquí. Queremos educación pública y acorde a las necesidades particulares de cada comunidad”.
Normalistas, junto a maestros, protestan contra la reforma educativa. L lo condensa: “Si el fin de un maestro es servir al pueblo ¿Cómo lo vamos a hacer así?
