Erik Engeberg, es el creador de unos Sensores Táctiles de Metal Líquido (LMS por sus siglas en inglés), lo cual tiene como fin ayudar a todas las personas que sufrieron de amputación a volver a percibir las cosas a través del sentido del tacto.
El investigador de la Universidad Atlántica de Florida (FAU por sus siglas en inglés) publicó su proyecto en la revista Sensor y sus resultados mostraron que los LMS en cuatro yemas de los dedos de una prótesis puede ayudar a la persona a diferenciar varias texturas.
“Los amputados se ven privados de las sensaciones básicas del tacto; con las manos protésicas actuales no pueden distinguir entre la piel humana de un ser querido o la piel de una manzana”, expresó Erik.
Esta creación es la primera que aporta sensores táctiles en las yemas de una prótesis de mano y se trata de una “tecnología de fotolitografía para generar un canal de microfluidos lleno de metal líquido y algoritmos de aprendizaje automático”.
Engeberg confía que esto sea el inicio de una nueva fase de sensores e inteligencia artificial aplicada a prótesis humanas:
“Podría ser la base para diferentes tipos de sensores e inteligencia artificial relacionados con la salud y la comodidad humanas”.