Por: Carolina Romero
(27 de marzo, 2015).- En el 2007 el Campus Central de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, lo que lo convierte no sólo en un sitio de interés general, sino en parte fundamental de la vida de México. Sus antecedentes datan desde el Siglo XVI, aunque propiamente la creación de la Universidad Nacional de México fue hasta 1910 y obtuvo su autonomía 19 años más tarde.
Vista aérea de Ciudad Universitaria de la Cia. Mexicana Aerofoto. 1953
Más de 200 arquitectos e ingenieros, coordinados por el arquitecto Carlos Lazo, hicieron real un anhelo de los propios estudiantes de la Universidad quienes habitaban el “Barrio universitario” en el Centro de la Ciudad dentro de edificios antiguos como el Palacio de Minería, la Biblioteca Nacional, la Escuela de Medicina, el Colegio de San Ildefonso, la Academia de San Carlos, entre otras. A pesar de la belleza y la amplitud de estos espacios, poco a poco fueron resultando insuficientes para las demandas que iban surgiendo en las prácticas académicas. Es muy importante saber que fue de los propios universitarios, estudiantes de la Escuela Nacional de Arquitectura, de quienes emergió el proyecto y consolidaron con su talento y conocimientos este lugar tan emblemático de la Ciudad de México, no sólo para quienes hemos tenido el privilegio de formarnos en sus espacios, sino para la el país en general.
Campus Central de C.U en construcción (Foto tomada del portal de la UNAM)
El pedregal de San Ángel, producto natural del derrame de lava del volcán de Xitle, fue el lugar que en 1943 se eligió para erigir ahí el área propicia y adecuada para la Educación Superior de México, primer proyecto en su tipo de América Latina.
En 1948 comenzaron las primeras obras, aunque fue hasta 1950 cuando se colocó la primera piedra formal con el entonces rector Luis Garrido, y en un tiempo sorprendentemente breve comenzaron las primeras actividades escolares en 1954 con cerca de 32 mil alumnos.
Biblioteca Central y Rectoría
No acabaríamos de nombrar todos los sitios y actividades que integran la vida de Ciudad Universitaria; desde la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel que resguarda más de 237 hectáreas protegiendo este ecosistema tan importante para el sur de la Ciudad, o la Zona Cultural donde lo mismo se ofrecen conciertos sinfónicos, teatro al aire libre, festivales de cine, exposiciones artísticas de talla internacional, ferias del libro, o las áreas deportivas que incluyen desde natación, ciclismo, atletismo, futbol americano, tiro con arco y muchas disciplinas más sin olvidar el majestuoso Estadio Universitario, que fue escenario de los Juegos Olímpicos en 1968 . Además, todas y cada una de las Facultades que residen aquí, cuentan con un valor propio por su historia, sus egresados, sus aportaciones científicas, tecnológicas, humanísticas y culturales al país, que no son pocas ni menores.
Ahora bien la estructura arquitectónica, mezcla de modernidad y evocaciones al pasado prehispánico, es por sí misma digna de visitarse. Los grandes muralistas del siglo XX; Diego Rivera, Alfaro Siqueiros, Juan O´Gorman, José Chávez Morado entre otros, participaron en este proyecto heredando verdaderas obras de arte que ahora conviven diariamente con los miles de estudiantes, académicos y demás personas que visitan Ciudad Universitaria.
“La conquista de la energía” José Chávez Morado, antigua Facultad de Ciencias, ahora Auditorio Alfonso Caso
Es un lugar que hay que conocer y preservar no sólo en un sentido físico, sino entendiendo y valorando la importancia de este espacio en todos los sentidos; arquitectónico, deportivo, social, político, cultural y humanístico en el que imprescindiblemente se piensa cuando se habla de Educación Superior en México.
“El pueblo a la Universidad y la Universidad al pueblo” David Alfaro Siqueiros
Han transcurrido más de 60 años de su creación, es un lugar relativamente joven que es referente obligado de la Ciudad de México y es también el representante tangible de la modernidad mexicana del siglo XX. Es claro que no podemos menospreciar su papel en la vida nacional en los muchos aspectos que ya hemos mencionado, aunque también es cierto que este sitio es un referente emocional para millones de personas que recuerdan con cariño y nostalgia los años de universitarios que vivieron en estos amplios espacios de creación del conocimiento y de sí mismos.