Todas las mujeres en edad reproductiva y activas sexualmente, deben tener como rutina el chequeo anual de su salud sexual. Este procedimiento debe incluir exámenes que permitan la detección de infecciones de transmisión sexual (ITS) o también llamadas pruebas de pesquisa. Estos exámenes se caraterizan por ser pruebas rápidas, de bajo costo y de mucho alcance, lo que va a permitir al médico un panorama bastante amplio para una evaluación completa de su paciente.
¿CUÁLES SON LAS PRUEBAS QUE TU MÉDICO/A DEBE REALIZARTE?
La pruebas a continuación son estudios primarios para una observación inicial, si tu médico llegase a observar alguna anomalía te indicará algún otro tipo de estudio que haga una detección más profunda y específica.
- Citología: Es un procedimiento que debe estar incluído en cualquier consulta de rutina ginecológica. Es un estudio que busca identificar células alteradas en el cuello uterino, pero al ser este un tejido bastante amplio, el especialista requeríría un estudio como la colposcopia para ubicar exactamente dónde está la lesión.
- Colposcopia: Es un estudio de video, que tiene por objetivo la ubicación de una probable lesión en el cuello uterino.
- Tipificación VPH: Es un estudio molecular que te permite luego de haber detectado alguna lesión, saber de que tipo de VPH se estaría tratando para hacer la aplicación del tratamiento adecuado.
- Estudio de Sangre: son todas las pruebas que se harían en laboratorio para detectar otras ITS como VIH (serología de VIH), o sífilis (a través de la prueba de VDRL).
Existen otros tipos de infecciones de transmisión sexual pero no se consideran dentro de estudio del pesquisa, ya que de tenerlas presentarías signos y síntomas que te harían sospechar de la enfermedad, como por ejemplo: presencia de flujo o dolor pélvico y en este caso la recomendación es la visita inmediata al médico quien te indicará los exámenes que se deberían realizar.