Valentina Pérez Botero/ @vpbotero3_0
(16 de junio, 2013) El pene se debate entre el vacío y la presencia de sangre. Lleno del líquido rojo, el pene se hincha, se endurece: está erecto; en su ausencia, es flácido e inerte para el sexo. Los especialistas resumen el problema de la disfunción eréctil (fisiológica) –la incapacidad de llenar el vacío– como un problema vascular que se puede fácilmente prevenir con ejercicio aeróbico.
Los deportes aeróbicos como caminar, correr o nadar favorecen la circulación sanguínea, disminuyen el colesterol, mejoran el estado físico; todos beneficios que directamente repercuten en la capacidad sexual y cuidan el buen funcionamiento del aparato reproductor masculino.
El urólogo Fabián Gómez asegura que “la erección del órgano sexual masculino se logra a través de una respuesta vascular” y la calidad de esa respuesta fisiológica se puede cuidar a través de la implementación de rutinas de ejercicio aeróbico; la preocupación recae en que de acuerdo con la última encuesta sobre “Hábitos Alimenticios en México”, realizada a principios del 2013, 46 por ciento de los hombres en México declaró no hacer ejercicio.
En la capital mexicana, de acuerdo con la Secretaría de Salud, 8 de cada 10 personas mayores de 30 años no realizan ninguna actividad física. Además de las consecuencias observables en salud pública como los altos índices de obesidad, la falta de rutinas saludables en la población puede tener una consecuencia silenciosa: insatisfacción sexual. En el 2009, México ya era el primer país de América Latina en consumo de Viagra, la medicina más conocida contra la disfunción eréctil.
