Por: Valentina Pérez
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Cuatrociénagas es un oasis, es el humedal más importante de la zona desértica de Coahuila, pero está a punto de ser sólo un espejismo. Años de explotación indiscriminada de sus acuíferos, la orillan a la desaparición.
Aunque hace casi 20 año se consideró a la zona que alberga los más de 200 pozos, Reserva Natural, la calificación no ha servido para detener su explotación: más del 80 por ciento del agua se ha perdido y con ella toda la fauna –tortugas, peces- y flora del territorio.
Valeria Souza, estudiosa del lugar, hace énfasis sobre la negligencia de las autoridades. “Es una tragedia anunciada”, afirma, ya que desde hace 11 años se alertó al entonces presidente mexicano, Vicente Fox, sobre los peligros de la extracción del agua.
La semana pasada el gobernador de Coahuila, Ruben Moreira, viajó a la zona y constató la degradación ambiental de Cuatrociénagas. La laguna El Churince, por ejemplo, se encuentra totalmente seca cuando el espejo de agua tenía en temporada alta un kilómetro de diámetro.
Las principales amenazas a los acuíferos, además de la extracción, es la contaminación hecha por los cultivos de alfalfa circundantes y los agroquímicos de la agricultura tradicional que terminan en los cuerpos de agua.