Enrique Legorreta/@enriquelego3_0
(16 de julio, 2013).- Renace la discusión sobre si los videojuegos son culpables de la violencia que se da en las sociedades actuales, por el caso reciente de un joven de 18 años que mató a su padre con un palo.
Andreu Coll Bennássar, de 18 años, asesinó a su padre en Alaró, Mallorca, con un palo con clavos, un arma que aparece en el videojuego Dead Rising 2, lo que ha señalado a los videojuegos como una de las causas que motivaron al joven a llevar a cabo este asesinato.
Coll hijo aseguró cometer el crimen por las humillaciones constantes a las que fue sometido por su padre, a quien acusó de tenerlo en una “prisión psicológica”. Este hecho ha sido catalogado con dudas ya que es el único heredero de una fortuna de unos 50 millones de euros.
Datos de la compañía desarrolladora Activision destacan que su videojuego ‘Call of Duty, Black Ops II’ obtuvo ingresos de mil millones de dólares en 15 días desde su lanzamiento. Hasta ahora, se tiene registro de que dos de sus usuarios han llevado a cabo un asesinato, lo que ha puesto los ojos del mundo en la industria de los videojuegos.
Aunque es difícil saber el grado de culpabilidad de los videojuegos en las actuaciones de las personas, los juegos de violencia podrían dar como resultado que los usuarios se familiaricen con la violencia y las conductas que ven en pantalla, al mismo tiempo que están expuestos a distintas técnicas para llevar a cabo asesinatos y otros tipos de acciones violentas.
El verdadero culpable de los asesinatos podría ser la falta de atención de lo padres hacia los hijos.