Por RT
Entre el cúmulo de documentos filtrados por Edward Snowden hay algunos que abordan el tema de los ovnis y de quienes los estudian. La realidad es que los Gobiernos tienen más éxito vigilndo a los ufólogos, que estos investigando el cielo.
Según el nuevo documental Mirage Men sobre el particular, parece que los secretos sobre la existencia de extraterrestres no es que hayan sido guardados con descuido por el Gobierno de EE.UU., sino que, más bien, fueron deliberadamente creados para hacer que la gente creyera en ellos. Y con un objetivo muy práctico: desviar el interés público y las investigaciones de los amateurs de las tecnologías secretas reales.
Uno de los protagonistas del documental es Richard Doty, un ‘hombre de negro’ y exoficial de investigaciones especiales de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., que se infiltró en la comunidad de ufólogos con un mensaje muy simple: “soy del Gobierno y les puedo revelar sus secretos si ustedes cooperan con nosotros”. De esta forma, Doty y sus colegas pudieron vender cualquier falsificación y verdades a medias. Lo que recibían a cambio de los ufólogos era información sobre si alguno de ellos se acercaba peligrosamente a tecnologías secretas reales de los militares.
El periódico recuerda el caso del Paul Bennewitz, que vio unas luces extrañas en el cielo cerca de su casa y registró algunas transmisiones igualmente extrañapor medio de un equipo creado por él mismo. El hombre no tardó en informar a la Fuerzas Aéreas sobre ello, pensando que se trataba de extraterrestres. En realidad vivía cerca de una base militar, de donde procedían las luces, pero los militares decidieron no intentar detener a Bennewitz en su intento por “espiarlos”. Antes al contrario, le abastecieron con tecnologías dándole a entender que estaban interesados en sus descubrimientos. Bennewitz siguió con su investigación hasta que terminó en un hospital mental. Lo que parece claro es que su caso no ha sido el único en el que los militares han inducido a error a gente interesada en ovnis.
No corren los mejores tiempos para los ufólogos, cuyo número se reduce. Y algo parecido pasa a nivel gubernamental: No en vano, en 2009 el Ministerio de Defensa británico cerró su destacamento sobre ovnis y desclasificó sus documentos sobre el tema. Entre estos informes no había nada interesante. Lo mismo confirma el creador de WikiLeaks, Julian Assange, aseverando que entre los cables filtrados no hay nada especial sobre ovnis, más allá de alguna información sobre los ufólogos, resalta el periódico.
No obstante, lo único que parece cierto es que, en lo que respecta al “arte del engaño”, hay muchas mentiras, estima ‘The Guardian . El propio documental podría ser un intento de desviar el interés público del tema, mientras que el cúmulo de películas de Holywood sobre extraterrestres podría ser una exageración hecha a propósito para que la verdad parezca una mentira o, quien sabe, quizá un intento de preparar a la gente para conocer algunas verdades sobre extraterrestres que hasta ahora permamecen en secreto.