Por: #RevistaHashtag, con información de Boca de Poleno
Para Alfonso Ramírez Cuellar, quien preside el Barzon Nacional, existe un riesgo elevado de que la Reforma al Campo que han sido anunciadas por el Ejecutivo tengan un cariz privatizador. Lejos de atender los verdaderos problemas que aquejan a los campesinos las reformas parecen continuar con un enfoque asistencialista que no soluciona los problemas de raíz; por el contrario, crear un ambiente propicio para el crecimiento de la desigualdad y el enriquecimiento de unas pocas empresas.
De ahí que, para reformar verdaderamente el sector agroalimentario, es necesario desmantelar lo el poder oligopólico de los empresarios del campo. En todas las fases de la cadena alimentaria se repite este fenómeno: un reducido sector de empresarios utiliza su capital para adueñarse de recursos y medios de producción haciendole imposible la competencia a los pequeños productores y obligándolos a vender su producto a costos sumamente bajos.
Por lo que, una profunda reforma del campo debería tratar de modificar este esquema, mismo que resulta perjudicial para la gran mayoría de empresarios pero beneficia a una minoría de empresarios. Sin embargo, la dirección que parecen tomar las reformas actuales está destinada a reorganizar las reglas de operación del campo pero no a transformar los pilares de este círculo vicioso.
Ante ello, Ramírez demanda la constitución de una empresa pública agropecuaria capaz de participar en el acopio, a comercialización y las ventas al menudeo para así garantizar tanto al productor un ingreso que lo permita seguir trabajando como al consumidor que no sea sujeto de abusos.
Esto último porque, una de las consecuencias del modelo agropecuario actual la especulación en productos como el frijol, el pollo y el huevo han generado aumentos de precio y, por ende, un crecimiento de la inflación que no tiene nada que ver con las dinámicas inherentes al mercado, sino con la falta de competencia y regulación.
Entre otras cosas, el esquema del campo genera una fenómeno de desigualdad productiva, cuyos efectos son el empobrecimiento generalizado de los pequeños productores, el aumento de precios en los productos para los consumidores y el enriquecimiento de un pequeño grupo de empresas. ”