(31 de octubre, 2019. Revolución TRESPUNTOCERO).- El 1 de septiembre de 1969, en el sexenio del gobernador del Estado de México, Juan Fernández Albarrán, se inauguró de forma jurídica y orgánica el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) con el fin de proporcionar servicios de salud a los trabajadores de la entidad.
A lo largo de cinco décadas, el ISSEMyM ha atendido a millones de mexiquenses no sólo en lo referente con temas de salud, sino también esta institución se ha hecho cargo de las pensiones de los trabajadores que han sido parte de la estructura gubernamental del Estado de México.
A poco más de 50 años de su fundación, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios está viviendo un deterioro institucional que ha repercutido en que el servicio de salud que proporciona poco a poco sea deficiente, aunado a ello, también se ha minado en forma considerable el servicio de pensiones y jubilaciones.
El ISSEMyM cubre a 375 mil servidores públicos derechohabientes y unos 63 mil jubilados. Por su estructura este órgano es el tercer más grande del país por debajo del Instituto Mexicano del Seguro Social y el Instituto de Seguridad Social y Servicios para Trabajadores del Estado.
De acuerdo con uno de los afectados por esta situación —quien pidió el anonimato por motivos de seguridad— plantea que lo que ocurre en el ISSEMyM tiene una explicación relacionada, en primer lugar, con el alza en la esperanza de vida de los mexicanos.
En este sentido, “esto impacta de una manera muy fuerte en los sistemas de pensiones como fueron concebidos en la década de los 50, pero, por otro lado, esta crisis que se vive en el sistema de jubilaciones”. De acuerdo con la fuente consultada el ISSEMyM a o largo de 50 años ha sido la “caja chica del PRI”.
La fuente asevera que gran parte de los recursos de este órgano de seguridad social han ido a parar a “campañas políticas, además de engordar los bolsillos de los funcionarios, entonces, esta crisis ha hecho que se hayan minado los recursos para garantizar los servicios de salud que se ofrecen, teniendo como resultado un desabasto de medicamentos”.
El decaimiento de los servicios en el ISSEMyM ha repercutido en un descontento generalizado entre los jubilados y derechohabientes que no únicamente afecta directamente a los trabajadores de la estructura gubernamental, sino también a quienes laboraron y laboran para Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
LEY ISSEMyM, DESFALCO Y LA UAEM
Hace unos meses, conscientes de que hay una crisis financiera en el órgano de seguridad social más importante del Estado de México, el Congreso local —entonces, con mayoría priísta— hizo modificaciones en el sistema de pensiones y jubilaciones para que las nuevas generaciones de trabajadores entraran al modelo de afores.
La denominada Ley ISSEMyM plantaba subir en 3.5% la cuota de aportación mensual a los trabajadores y otro tanto la de los patrones cotizantes, ampliar el término y condiciones del retiro e individualizar las cuentas con opción a ser administradas por afores privadas, además de subir la edad de retiro a 75 años.
A partir de dicho intento por parte del gobierno del Estado de México, vía el Congreso local, derechohabientes y jubilados comenzaron una serie de movilizaciones para que esto no fuera cambiado, ya que de acuerdo con los afectados dichas modificaciones terminaría impactando de forma considerable en el futuro económico de cada miembro.
De acuerdo con cifras públicas en 2017 la institución tuvo un déficit de 357 millones, el año pasado se triplicó en mil 381 millones, con base en las estimaciones de la Secretaría de Finanzas, cuyo titular es Rodrigo Jarque. Con base en las estimaciones este 2019 el déficit subirá a dos mil 907 millones, para 2020, oscilará en los cuatro mil 296 millones de pesos y para 2021 se proyecta que la cifra se disparará a seis mil 470 millones de pesos.
Con el cambio de legislatura, ahora con una minoría priísta, se pudo detener las modificaciones a la ley, no obstante para los agremiados al ISSEMyM lo ocurrido deja al descubierto un cúmulo de anomalías que ha repercutido en el deterioro de este instituto de seguridad social, en este sentido una de las instituciones que ha abonado a la crisis es la UAEM, quienes adeudan millones en cuotas.
En este sentido la fuente consultada señala al ex rector, Jorge Olvera, como el responsable por no solventar los pagos correspondientes al ISSEMyM. “La universidad no pagó las cuotas, mientras que a todos los trabajadores de la UAEM se nos quita de nuestro salario el monto destinado a dicho pago”.
Por lo anterior, la fuente señala que un nutrido grupo de profesores de la máxima casa de estudios del Estado de México busca que el Presidente de la República intervenga en esta situación, ya que es necesario que las instancias federales auditen de forma “profunda a la universidad y aclare por qué si se hizo el descuento a cada académico no se pagó la cuota”.
