spot_img
spot_img

El otro Tepito: existencia en resistencia

- Anuncio -

Por: Carolina Romero

(17 de abril, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Tepito no es un lugar común.  Desde sus orígenes  ha sido un sitio sui generis.  En tiempos pre coloniales era un barrio pequeño donde se vendían las cosas que no se permitían ingresar a Tlatelolco. Desde entonces ha sido símbolo del comercio alternativo. Junto con éste hecho existe otro fundamental que marca la historia  y destino de este lugar, pues fue, entre sus ahora nombradas calles de Tenochtitlán y Constancia, dónde Cuauhtémoc se resguardó los últimos días antes de su captura. Tepito es símbolo de resistencia,  lucha y autenticidad.

Antropólogos, historiadores, sociólogos y demás investigadores han hecho de este barrio su campo de estudio, y es que Tepito rebasa el hecho de ser  un lugar para visitar a modo de “turista”; las relaciones políticas, económicas, sociales y culturales que se establecen aquí son complejísimas, quizá sea este hecho el que vuelve a Tepito un lugar tan atractivo.

Fue en el Porfiriato cuando se construyeron la mayoría de las vecindades que conforman éste barrio, al comienzo servían para alojar a los arrieros que venían de fuera, muchos de ellos decidieron instalarse permanentemente en ellas. También fue refugio de muchas familias del país que escapaban de la guerra de Revolución, más tarde, albergó a quienes huían de la guerra cristera. Durante el gobierno de Miguel Alemán se crearon los servicios básicos y se pavimentaron las calles. Un hecho importante es que en la década de los 40´s se promulgó una ley que congelaba las rentas de algunas zonas de la ciudad, incluida Tepito, esto derivó en consecuencias importantes; los inquilinos se apropiaron de muchos inmuebles y comenzaron a llegar más personas a habitarlos, aunque  por otro lado, las viviendas comenzaron a sufrir cierto deterioro pues por lo bajo de las rentas se aportaba poco a su mantenimiento.

Captura de pantalla 2015-04-17 a la(s) 12.52.13

Plaza Bartolomé de las Casas, 1928. Foto Centro de Estudios Tepiteños (CETEPI)

Poco a poco fue perfilándose una identidad propia de éste sitio. La vecindad, como modo fundamental de vivienda, marca en gran medida el carácter y la dinámica del barrio; la obligada convivencia diaria con los cohabitantes de éste  espacio primario produce una convivencia muy íntima, el patio se convierte en la extensión de la casa y la calle en la extensión del patio. Todos se conocen, es como una enorme familia en la que del mismo modo en la que hay conflictos y roces, existen lazos afectivos fuertes.

La afectividad es también al propio espacio, a la dinámica del barrio. Tepito es casa y lugar de trabajo para miles de personas quienes, desde horas madrugadoras ya están barriendo y acomodando los puestos donde recibirán a la clientela. El hecho de que sea un lugar que desde siempre ha convivido con la pobreza y la marginalidad no  significa, en ningún modo, que sea un lugar conformista ni resignado,  al contrario, su gente es gente imparable que trabaja todos los días a todas horas. Parte de esto nos lo cuenta el hijo de “La güera”, un establecimiento famosísimo en el corazón de Tepito (Toltecas 12) donde la especialidad de la casa son las migas. Personas de diversas partes de la ciudad, e incluso de fuera, asisten religiosamente a éste lugar cada que tiene oportunidad, pues el sabor, la atención y la tradición, hacen que den ganas de volver. Quien no conoce las migas de  “La güera”, no conoce Tepito.

Tepito ha sido semillero de deportistas, todo el mundo reconoce la importancia y la capacidad de los tepiteños para el box y los grandes boxeadores oriundos del barrio. Tepito también cuenta con su “Maracaná”; un campo de fútbol recién remodelado que  los locatarios y vecinos disfrutan.

Captura de pantalla 2015-04-17 a la(s) 12.52.30

El “Maracaná“ y la Iglesia de San Francisco de Asís al fondo

El arte también es parte fundamental en la conformación del barrio. En los años 70, un grupo de artistas y humanistas tepiteños conformaron el movimiento “Tepito Arte Acá”, que busca replantear la imagen que se tiene sobre el Barrio Bravo. El pintor Daniel Manrique, parte fundamental del proyecto, es un artista que vale la pena conocer.

Captura de pantalla 2015-04-17 a la(s) 12.52.41

“La humanidad y el tiempo“ de Daniel Manrique

Distintos murales ilustran las calles de Tepito, el movimiento cuenta con una compañía de teatro que actualmente imparte talleres. Junto con el arte callejero, en las fronteras del barrio se encuentra la galería de arte José María Velazco, donde se exponen artistas de todo el país.

Captura de pantalla 2015-04-17 a la(s) 12.52.51

Galería José María Velasco, Peralvillo 55

 Es  en esta galería donde doña Lourdes Ruiz imparte talleres de albures finos y es que, como ella dice, el albur “cábula de la poesía erótica”, tan característico del lenguaje tepiteño, requiere de una capacidad mental  ágil, es ejercitar el pensamiento para encontrar sentidos dobles y hasta triples a las palabras.

Son muchos más los personajes, sitios e historias de este lugar, sin embargo, con este breve repaso es claro que Tepito es mucho más que la opinión común  (en parte influida por medios de comunicación que ven en Tepito el lugar que vende para nota roja) se ha formado. La categorización del Barrio Bravo como un sitio violento, desagradable, que debe evitarse, es demasiado desafortunada e ingenua. Es claro que la gente de Tepito es gente brava, muy directa, arrebatada, lo que probablemente no sea bien visto bajo ciertas miradas conservadoras, pero ese no es motivo para denostarlo, quizá al contrario.

Y sí, es cierto que existe la delincuencia y el tráfico de drogas en el barrio, pero ni es la única zona en la Ciudad de México con esta preocupante situación, ni debe ser el aspecto que marque y condene a éste lugar. Tampoco hay que dejar de lado los hilos de poder político y económico que se manejan aquí (que van mucho más allá de los habitantes, comerciantes y trabajadores) Hay que saber distinguir y reconocer lo positivo, que es mucho, de éste Barrio que ha creado un sentido de pertenencia propia, inquebrantable y único entre sus habitantes. Y, por supuesto, es parte imprescindible de la historia e identidad de la Ciudad de México.

Captura de pantalla 2015-04-17 a la(s) 12.53.03

Gimnasio “Huitlacoche“ Mede

 

 

 

 

- Anuncio -spot_img
- Anuncio -

MÁS RECIENTE

- Anuncio -

NO DEJES DE LEER

- Anuncio -