El consejo rural de Bourke Shire, en Australia, disparó y mató a perros que iban a ir a un refugio de animales en otra ciudad.
¿La razón? Por temor a que los empleados del lugar pudieran propagar el COVID-19 al viajar para recoger a los animales.
Este hecho causó indignación y coraje entre los usuarios de redes sociales, quienes se inclinaron en contra de esta práctica.
Por ello, autoridades de este país dijeron estar “examinando las circunstancias que rodearon el incidente, incluso si los asesinatos pueden haber violado “las leyes de prevención de la crueldad y los animales”.
Tras el hecho, y ante los reclamos de internautas y activistas de Australia, el Consejo rural que disparó en contra de los caninos no respondió a una solicitud de comentarios hechos por ellos.
