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En México, los feminicidios (además de la falta de investigaciones efectivas, la corrupción y la impunidad) están rodeados de la inconsciencia y la falta de respeto hacia la dignidad de las víctimas: Activista

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(27 de abril, 2018. Revolución TRESPUNTOCERO).- Wendy Hernández González de 36 años de edad, nació en la Ciudad de México el 17 de febrero de 1980. Estudió turismo y trabajaba como asesora de ventas en American Express. Fue víctima de feminicidio en una chinampa de Xochimilco, en la Ciudad de México el 11 de septiembre de 2016, luego de haber asistido a una fiesta con amigos. Los peritajes dieron como resultado que: “Wendy fue víctima de violencia sexual antes de ser asesinada”, pero hasta la fecha ninguna persona está detenida.

La víctima conoció a su esposo aproximadamente en el año 2008. Después de dos años de noviazgo, contrajeron matrimonio y estuvieron casados durante cinco años. Sin embargo, su hermana refiere que comenzó a notar cambios en la actitud de Wendy, ya que dejó de ser alegre y comenzó a alejarse de su familia.

En 2015, su hermana refiere que Wendy le comentó que su esposo había sido violento con ella en diversas ocasiones. Además, no la dejaba convivir con su familia ni amigas, razón por la que se separó de él.

La víctima tuvo una nueva pareja. El sábado 10 de septiembre de 2016, Wendy acudió acompañada de su novio al embarcadero de Nativitas en Xochimilco, con motivo del festejo de cumpleaños de un amigo de éste. Al día siguiente, el 11 de septiembre de 2016, su hermana le envió un mensaje, pero Wendy no contestó. Su madre le comentó que el novio de Wendy se había presentado en su casa acompañado de un amigo para informarle que un día anterior habían acudido juntos a las trajineras, pero Wendy y él habían tenido una pelea y que desde entonces, no la había podido localizar.

Más tarde, el novio de Wendy, llamó a su hermana para informarle que debían presentarse en la Agencia del Ministerio Público; al llegar, les notificaron la muerte de Wendy. El cuerpo de la víctima fue encontrado el 11 de septiembre de 2016 aproximadamente a las 12:00 del día entre arbustos en una zona de viveros en el embarcadero de Nativitas, en Xochimilco. El cuerpo se encontraba sin ropa, con múltiples lesiones y con signos de violencia sexual.

Desde las primeras actuaciones en el lugar de los hechos, hubo omisiones e irregularidades por parte del personal interviniente. No se resguardó ni acordonó el lugar, lo que llevó a la pérdida de indicios y evidencias relacionadas con el hecho. A unos escasos metros del lugar donde fue encontrado el cuerpo de Wendy, se encontraba una trajinera flotando, con diversas botellas, vasos y evidencias que debieron ser levantadas y documentadas por encontrarse relacionadas con el hecho; sin embargo, fue entregada a los ‘remeros’ que arribaron al lugar, quienes dijeron necesitaban llevársela de ahí para poder lavarla y regresarla al embarcadero.

El dictamen de criminalística presenta diversas inconsistencias con el hecho. En to- dos los informes y dictámenes médicos, se omitieron lesiones y heridas que pueden observarse a simple vista en la cara y cuerpo de Wendy, como huellas de mordida humana, entre otras, señala el informe Implementación del tipo penal de feminicidio en México: 39 desafíos para acreditar las razones de género 2014-2017.

Actualmente, la investigación se encuentra en la Agencia especializada en feminicidios, de la Fiscalía de Homicidio; sin embargo, no se ha podido esclarecer la verdad de los hechos debido a la omisión grave que existió desde el momento en el que autoridades y personal pericial tuvieron conocimiento del hecho, así como en las primeras diligencias en las que intervino el personal policial, pericial y ministerial de la Coordinación Territorial Xochimilco 2 de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

De acuerdo con la información proporcionada por las fiscalías y procuradurías estatales para el informe Implementación del tipo penal de feminicidio en México: 39 desafíos para acreditar las razones de género 2014-2017; el año pasado fueron asesinadas 1583 mujeres en 18 estados del país; sólo 479 asesinatos fueron investigados como feminicidios, es decir 30% de los casos.

Dicho documento, revisado por Revolución TRESPUNTOCERO, señala que, en 2017, sólo nueve estados proporcionaron información de todo el año: Chihuahua, Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Nuevo León, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora y Tabasco. El estado de Jalisco proporcionó información de enero a septiembre de 2017 y Chiapas de enero a octubre de 2017. Mientras que siete estados proporcionaron información sólo del primer semestre: Campeche, Colima, Coahuila, Hidalgo, Morelos, Oaxaca y Puebla.

De acuerdo con las estadísticas recabadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) del periodo de 2015, 2016 y 2017, se cometieron 8 190 asesinatos de mujeres, de manera desagregada el SESNSP informó que en 2015 se cometieron 2144 asesinatos, en 2016 se cometieron 2790 y en 2017 se cometieron 3256.

Además, las cifras del SESNSP reflejan un aumento en el porcentaje de mujeres asesinadas equivalente a 52%, de 2014 a 2017. De los nueve estados que proporcionaron la información de todo el año 2017, se registraron un total de 1204 asesinatos de los cuales 376 fueron investigados feminicidios.

Acerca de la característica de edad de las mujeres asesinadas, sólo siete estados proporcionaron el dato del año completo: siete eran niñas menores de 10 años, 38 mujeres tenían entre 11 y 20 años, mientras que 97 mujeres tenían entre 21 y 30 años, en 83 casos las mujeres tenían entre 31 y 40 año, 44 mujeres tenían entre 41 y 50 años, 31 mujeres eran mayores de 50 años. La autoridad no especificó la edad de 14 mujeres asesinadas en 2017.

En cuanto al método empleado para asesinar a las mujeres siete estados proporcionaron información sobre esta variable. La autoridad reveló que 177 feminicidios se cometieron con actos brutales para privarlas de la vida: 67 mujeres fueron asesinadas con arma blanca, 47 fueron asesinadas a golpes, 20 fueron asfixiadas, 43 mujeres fueron asesinadas con otros métodos no especificados por la autoridad, 88 con arma de fuego, y en 24 casos no se especifica el método empleado.

Respecto al lugar del hallazgo de las mujeres asesinadas en 2017, seis estados proporcionaron la información, 176 mujeres fueron encontradas en espacios públicos: 70 mujeres fueron asesinadas en la vía pública, 87 en un terreno baldío, carreteras, tiraderos de basura, etc.; y 19 mujeres en otros lugares públicos, mientras que 82 fueron asesinadas en su casa habitación.

Sobre la relación de la víctima con el victimario, seis estados proporcionaron información, preocupa el hecho de que, en 132 casos, la autoridad no especificó la relación de la víctima con su victimario, 37 mujeres tenían una relación de pareja con su victimario, 27 mujeres fueron asesinadas por un familiar, seis por un conocido, 12 por un desconocido y en seis casos la víctima no tenía ningún tipo de relación con su victimario.

En México, los feminicidios —además de la falta de investigaciones efectivas, la corrupción y la impunidad—- están rodeados de la inconsciencia y la falta de respeto hacia la dignidad de las víctimas y sus familias. Aún después de que las mujeres son asesinadas de las maneras más crueles e inhumanas, son objeto de campañas de difamación y desprestigio que inician desde la postura institucional de las autoridades y que impactan en el imaginario colectivo, señalan las organizaciones.

“Estas posturas derivan en la revictimización y estigmatización que —conscientes o no— justifican los hechos, protegen a los feminicidas y una vez más, ponderan la palabra de los hombres, frente a uno de los delitos más graves de violencia contra las mujeres, que es acabar con sus vidas de la manera más cobarde y despiadada.

La falta de la debida diligencia y perspectiva de género por parte de las autoridades se traduce en la pérdida de evidencias, filtración de información, fabricación de hipótesis falsas, morbosidad, especulación, la falta de aplicación de los protocolos de feminicidio. Esto impide la vinculación a proceso y la sanción a los responsables. Estos son hechos con los que también tienen que lidiar las familias de las mujeres víctimas”.

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