En el área metropolitana de Monterrey alrededor de 91.6 por ciento de las mujeres han enfrentado por lo menos una manifestación de violencia sexual a lo largo de su vida mientras utilizaban el transporte público.
Esto de acuerdo con los hallazgos de ONU Mujeres y el Instituto Estatal de las Mujeres en Nuevo León, quienes presentaron este día el “Diagnóstico del Programa acoso sexual y otras formas de violencia sexual en el transporte público: Área Metropolitana de Monterrey”, que forma parte de la iniciativa Ciudades y Espacios Público Seguros para Mujeres y Niñas que impulsa la organización de Naciones Unidas.
El informe muestra que las mujeres usuarias del transporte público de la ciudad de Monterrey enfrentan violencia sexual de manera sistemática, pues más del 50 por ciento han sido víctimas más de cuatro veces de estas agresiones, las cuales comprenden desde miradas lascivas hasta recargones, tocamientos y persecuciones.
En Monterrey, como ocurre de manera generalizada en México, había una falta de datos instituciones sobre la violencia sexual contra las mujeres en el transporte público, las cifras de este informe fueron obtenidas mediante una encuesta que levantó ONU Mujeres y la consultora Estudios Estrategias para el Desarrollo y la Equidad (Epadeq).
Según la encuesta, en el último año 84.7 por ciento de las mujeres usuarias del transporte público en Monterrey enfrentaron violencia sexual, quienes participaron en el estudio fueron enfáticas en señalar que prácticas como comentarios indeseados de connotación sexual, masturbaciones, tocamiento, recargones, entre otras agresiones, son agresiones que enfrentan de forma cotidiana.
Sin embargo, 90 por ciento de ellas dijo que no denunciaron o dieron aviso del hecho a alguna autoridad, entre las razones principales es el desconocimiento de que pueden denunciar o los lugares de denuncia, otras consideraron que no tiene importancia, desconfían en las autoridades, falta de tiempo y miedo a presentar una denuncia.
La mayoría de las mujeres adultas consideraron al taxi como el medio de transporte en que se sienten más inseguras, porque en él van solas con el chofer que es hombre generalmente. Al respecto, el estudio indica que la Fiscalía en Feminicidios y Delitos Cometidos contra las Mujeres coincidió al señalar que las violaciones en servicios de taxi pirata y compañías de transporte privado como Uber, son los delitos sexuales en transporte público que comúnmente denuncian las mujeres.
En cambio las mujeres jóvenes consideraron el camión como el medio de transporte público más inseguro, por la falta de regulación y personal de seguridad. Otras también señalaron al metro como espacio de riesgo por la aglomeración de personas en ciertas horas.
Las mujeres en Monterrey no solamente se sienten inseguras al interior de las unidades del transporte, sino en los trayectos de camino, en las paradas y en las estaciones del transporte público, 32.8 por ciento de las encuestadas expresó que en las calles es donde les da más miedo andar solas. Asimismo indicaron que perciben un alto riesgo de violencia sexual sobre todo en las paradas y paraderos.
El equipo que realizó la encuesta pudo verificar que muchas paradas de autobuses y camiones, están dispersas, ubicadas en sitios alejados de las viviendas, cerca de lotes baldíos y tienen escasa iluminación, lo que contribuye a la inseguridad en estos espacios.
De la misma manera identificaron a grupos con mayor vulnerabilidad a enfrentar violencia sexual en el transporte público o calles de Monterrey, como las trabajadoras del hogar que presentan sus servicios en zonas de niveles socioeconómicos altos, en donde el transporte público es escaso o nulo, lo cual las obliga dar largas caminatas en los horarios de mayor riesgo (muy temprano y muy tarde).
Las obreras industriales fueron otro de los grupos en riesgo, dado que viajan en horarios de riesgo en zonas periféricas de la ciudad, donde no hay servicios adecuados como iluminación y pavimento en las calles. También las jóvenes estudiantes de secundaria y preparatoria, algunas de las entrevistadas señalaron que los hombres las perciben como “indefensas” e “ingenuas” pero también respondieron que en ocasiones ellas no reconocen las prácticas de acoso sexual o no saben cómo enfrentarlas.
Luego de todas estas vivencias, las habitantes de la zona metropolitana de Monterrey refirieron que tienen estrategias para protegerse ante la violencia sexual, como: no salir de noche o muy temprano por la mañana, procurar andar acompañada en el transporte público, las llevan o recogen a la estación más cercana de su casa, cambian constantemente rutas de traslado, o usan transporte público lo menos posible, entre otras.
El propósito del estudio es diseñar e implementar políticas públicas en el área metropolitana de Monterrey que garanticen a las mujeres y niñas el derecho a una vida libre de violencia en el transporte público, como parte de un acuerdo de colaboración firmado en diciembre de 2017 entre el gobierno de Nuevo León y ONU Mujeres.