Por: Valentina Pérez
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El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó a finales de marzo un préstamo de 41,4 millones de dólares para la construcción, administración y mantenimiento de tres plantas de energía solar en Chile que abastecerán las necesidades de dos compañías mineras.
Las mineras en el país sur americano son responsables del consumo del 18 por ciento de energía eléctrica del país y las productoras del 19 por ciento del PIB chileno. La construcción de estas plantas de energías renovables se hará en el desierto de Atacama, al norte del país.
El 50 por ciento de los fondos económicos autorizados serán dados por el capital ordinario del BID mientras que el otro 50 por ciento por el Fondo Climático Canadiense, que pondrán en funcionamiento el Proyecto de Energía Solar Fovoltauca Pozo Almonte y Calama.
La decisión chilena de apostar por las energías renovables se inscribe tanto en la intención de reducir su dependencia energética –importan el 75 por ciento del combustible que consumen-, como en un intento de reducir la huella de carbono. El proyecto fotovoltaico reducirá las emisiones de CO2 en 56 mil toneladas al año.