En entrevista para Radio Centro, Julio Astillero preguntó a Federico Arreola sobre la muerte de Luis Donaldo Colosio.
El actual director de SDPnoticias, narró lo que ocurrió ese día y la falta de coherencia desde el hecho de cómo las propias instalaciones en las que se presentó Colosio estuvieron dispuestas.
En Lomas Taurinas, dice, el templete estaba al revés, el equipo presente intuía que se les estaba arriesgando.
“Tenían que caminar, cruzar un arroyo de aguas negras con tablas echadas a perder”, narra.
Entonces, el asesinato ocurrió.
Haciendo un recuento de lo ocurrido, Astillero cuestiona a Arreola:
Al paso del tiempo, un cuarto de siglo después, ¿cuál es tu hipótesis como periodista?
“Mi hipótesis es que fue el Estado”, dice.
A lo que Astillero recuerda” El estado tenía como jefe absoluto en ese momento a Carlos Salinas de Gortari”.
El periodista narra que el entonces procurador Valadés, llegó al hospital de Tijuana -donde Colosio ya estaba sin vida- y dijo con absoluta irresponsabilidad que se trató de un “asesino solitario”
Aseguró que jamás investigaron, Lomas Taurinas la remodelaron rápidamente. No interrogaron a ningún testigo, nadie llevó a los presentes a preguntarles qué pasó
El también economista recordó que México sería distinto, para bien, si Luis Donaldo Colosio habría ganado.
“Quería cambiar las cosas, tenía una idea de la democracia el sabía que el PRI era el único partido, hegemónico y estaba convencido de terminar con ello”
Sobre Salinas, insistió en que éste pensó que podía alterar la historia de México y dar una especie de “fujimorazo” y perpetrarse en el poder. Algo que después, vio en riesgo con el muy potencial triunfo de Colosio.
Por otro lado, en su columna publicada el pasado 20 de marzo, asegura que el Estado Mayor Presidencial habría estado involucrado directamente del alto nivel político. Además de muchas otras pistas para asegurarlo, narró sobre la cuestión de la donación de sangre.
“Pregunté al doctor Castorena si hace 25 años hubo donadores sangre para Donaldo.
Castorena me dijo que la tarde del atentado nadie donó sangre. Hubo seguramente donadores, pero participaron desde días o desde horas antes. Es decir, el Estado Mayor Presidencial, que cuidada a Colosio, ya había conseguido sangre más que suficiente para una emergencia.
Por protocolo, en aquella campaña el Estado Mayor Presidencial se aseguraba de que hubiera sangre del tipo de la de Donaldo en los hospitales cercanos a los mítines.
Si Carlos Pozos donó sangre tuvo que hacerlo, reitero, desde horas o días antes del atentado y, en caso de haber ocurrido, lo hizo a través del Estado Mayor Presidencial.
Esto es, el publicista Pozos si verdaderamente donó sangre pudo hacerlo por tener alguna clase de cercanía con el Estado Mayor Presidencial, institución que para muchos —me incluyo— participó en el atentado que le costó la vida a Luis Donaldo Colosio”.
“Lo he dicho desde el día uno”, refirió ante la hipótesis de que éste estuvo implicado en el memorable asesinato.
crn
