¿Qué lleva a un hombre a tener sexo inseguro y luego no asumir la paternidad? ¿Miedo, vagancia, orgullo?… Parece una historia de hace décadas cuando el señor de la hacienda cortejaba a una criada, la embarazaba y luego no reconocía a la criatura porque ya tenía una familia por su lado y una reputación que mantener.
La historia moderna está llena de hijos ilegítimos, especialmente aquellos engendrados fuera del matrimonio. Bastardos como “tú no sabes nada, Jon Nieve” han recorrido nuestra tierra con un tipo de vida muy diferente al nuestro al no poder ser reconocidos en un entorno familiar.
¿Pero ahora? No he encontrado datos – al menos no fiables – del promedio de hijos no reconocidos por sus padre en México ni en Venezuela. Ambos institutos Nacionales de Estadística ofrecen toda una serie de informaciones detalladas sobre las madres (nivel de estudios, edad promedio, estado civil…), pero de los padres, nada.
Como si no hubieran estado en la misma cama, carro o ascensor, un púber puede huir despavorido ante la idea de un bebé. Pronto se les olvida lo machitos que fueron para otras cosas… ¿Se puede obligar a un hombre a reconocer a un hijo? Depende de la legislación de cada país y de las diferencias culturales, por supuesto, pero la mayoría de los países occidentales se puede exigir una prueba de paternidad y, si es positiva, demandar una pensión alimenticia.
Ya sé lo que me van a decir: “pero es que hay muchas mujeres que se embarazan adrede”. Sí, y para ello utilizan preservativos evanescentes, que una vez colocados por el pobre muchacho desaparecen sin que se de cuenta… Esto es una ironía, por supuesto. La ciencia no ha avanzado tanto.
Sí es cierto; sin embargo, que en estos casos de embarazo no deseado la mujer tiene más control.
ES POSIBLE QUE EXISTA UN EMBARAZO Y EL HOMBRE NI SE ENTERE.
Quizás ella decide interrumpirlo sin consultarlo o criar al hijo sola. Qué duda cabe de que ambos progenitores deberían tener los mismos derechos a, por lo menos, formar parte de la decisión.
Reconocer a un hijo no es solo una cuestión de orgullo, sino de responsabilidad. Ahora más bien parece que no se reconocen los hijos no por desconocimiento o por moral, sino por vagancia.
Está claro que tener un hijo cuando no se desea o no se está preparado (un embarazo adolescente, por ejemplo) puede ser una tremenda carga no solo económica sino emocional y un cambio de vida radical. Sin embargo, para ello está el control de natalidad y todos los múltiples anticonceptivos a nuestra disposición. Sino… pues bueno, ¡feliz día del padre!
¿Estás de acuerdo con Gabriela? ¿Piensas que los padres (o que sospechan que los son) deberían asumir sus reponsabilidades?
