Al participar en la Cumbre internacional de productividad, Peña Nieto dijo que ante el desafiante escenario internacional, México ha optado por actuar con responsabilidad, y de ahí la decisión de hacer un ajuste en el presupuesto de este año y diseñar el de 2016 sobre una base cero. El mandatario defendió los lineamientos del Presupuesto Base Cero 2016 enviados al Congreso al considerar que promueven la productividad y la eficiencia del gasto. Afirmó que su propuesta de armado del presupuesto no sólo es para garantizar mayor justicia en los programas, sino también para revisar a fondo el sentido de los mismos. Dijo que esas medidas se toman ante la volatilidad financiera y el ambiente adverso en materia económica que vive el mundo.
Todo ello basado incluso en la incongruencia del nombre “Presupuesto Base Cero” ya que no puede signarse de tal forma al existir renglones que marcan gastos fijos como son la nómina, las prestaciones, los arrendamientos, etcétera, renglones que si bien pueden moverse hacia arriba o hacia abajo, son tan existentes que invalidan por completo un arranque de “cero” a cualquier propuesta. En fin, como se ha dicho, la cuestión para ellos es que el papel y la verborrea aguantan cualquier palabra, cifra, adjetivo o nombramiento.
Sin embargo, de acuerdo con las cifras publicadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para el periodo enero-mayo no se refleja el recorte de 124 mil millones de pesos anunciado en enero por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Al contrario, el gasto ha seguido creciendo de manera importante, sostuvo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En ese periodo, el sector público ejerció recursos por un billón 908 mil 950 millones de pesos, lo que en términos resales significó un incremento de 8.5 por ciento respecto a lo ejercido en el mismo lapso del año pasado. El CEESP consideró preocupante que aun cuando Hacienda reporta una disminución de 1.5 por ciento anual en el renglón de servicios personales, el dinamismo del gasto en otros renglones fue mucho mayor, por los recursos erogados por el sector público durante los primeros cinco meses del año, que superaron en poco más de 130 mil millones de pesos la cifra programada por las autoridades para el mismo periodo en el presupuesto para 2015.
El instituto critica que “las cifras del gasto público indican que la mayoría de recursos se asignaron a gasto corriente, que en su mayoría no tiene incidencia importante en el crecimiento de la economía ni en el empleo”. También destacó el crecimiento real de 325.4 por ciento en el renglón de ayudas y otros gastos, así como el incremento de 19.2 por ciento en el concepto de subsidios, transferencias y aportaciones.
El gasto de capital apenas creció 5.7 por ciento en términos reales. Dicho avance respondió principalmente al aumento anual de 145.2 por ciento en el rubro de inversión financiera. Por lo que toca a la inversión física, que es donde se concentra la que se destina a infraestructura, creció a un ritmo anual de sólo 0.3 por ciento real, que en términos de valor fue equivalente a 10 mil 758.2 millones de pesos.
El CEESP advirtió que “esta importante reducción en el flujo anual, y un incremento prácticamente nulo en el renglón que es el principal detonante del crecimiento de la economía por parte del gasto público, podrían profundizar la caída de la inversión pública como proporción del PIB para el segundo trimestre, inhibiendo una mejora en las perspectivas de crecimiento de la economía”.