Por: Valentina Pérez Botero
Twitter: @vpbotero3_0
La semana terminó con más de 10 mil hectáreas consumidas por incendios en San Luis Potosí; pero el caso del estado mexicano sólo se suma a la preocupante cifra nacional: los primeros tres meses del año registran la tasa más alta de incendios forestales desde 1998.
El problema radica en que el panorama no es alentador, el subdirector técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Felipe Arreguín, dijo que el 43 por ciento del territorio del país sufría de algún tipo de sequía, situación que propensa tanto la generación de incendios como su propagación.
A la sequía se suman los incendios agropecuarios que son una de las causas principales de la devastación. De enero a la fecha, de acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), 53 mil 500 hectáreas han sido consumidas por el fuego.
La propia capital del país vió hace dos semanas como dos de sus delegaciones – Coyoacán y Álvaro Obregón- fueron amenazadas por las llamas; estos eventos llevaron a que el día de ayer el Jefe de Gobierno Capitalino presentara un programa contra incendios forestales.
Las malas noticias medioambientales –incendios y sequía- tendrá a corto plazo también un efecto en la seguridad alimentaria del país, ya que los incendios afectan también zonas de cultivo y la sequía significa menos agua para la cosecha.