spot_img
spot_img

Infidelidad + ciencia= explicaciones sustentadas

- Anuncio -

(01 de abril, 2016. Hablemos de Sexo / RevoluciónTRESPUNTOCERO).- Si alguna vez te dieron la vuelta, te pusieron el cuerno o, en dos platos, te fueron infiel, seguramente te hiciste mil preguntas, te echaste la culpa y quisiste matar a tu pareja. ¿Qué fue lo que pasó?, ¿cómo fue que llegamos a este punto?

En medio de debacles económicas, cambio climático y bombas nucleares, los científicos saben que los problemas del corazón preocupan tanto o más a los humanos que los conflictos mundiales.

Con herramientas estadísticas y métodos científicos, quienes estudian a los culpables de los corazones rotos han respondido (siempre parcialmente) algunas de las preguntas que más nos duelen:

¿POR QUÉ ME DIO “LATA?

Quizás es la pregunta que más nos martilla la cabeza en cuanto nos enteramos. Con la filtración de datos del sitio web de citas para personas casadas, Ashley Madison, los estadísticos hicieron fiesta y trataron de contestar a la pregunta.

Uno de los estudios mostró que el 44% de las mujeres usuarias de la plataforma lo hacen porque se sienten atraídas por alguien más y otro 33% para sentirse “deseadas”. Los hombres dijeron, más bien, que para ellos era una cuestión de sexo: el 48% dijo que lo hacía porque necesitaba más sexo y el 47% porque quería más variedad.

Los resultados no son santa palabra, sino apenas una aproximación a la forma en que las personas justifican su comportamiento. Las verdaderas razones que llevaron a tu novio o tu esposa a serte infiel están solo adentro de su cabeza y la única verdad aquí es que no hay forma de saber cuán reales son cuando las expresan.

SER INFIEL… ¿SE TRAE EN LA SANGRE?

Cada vez que mi madre escuchaba que el novio de una amiga le había pintado los cuernos decía alguna frase parecida a “hijo de tigre sale pintado”. Es más o menos lo que vino a sugerir este estudio: hay un gen que varía mucho entre una persona y otra y que podría influir en el comportamiento sexual de los humanos, particularmente en el comportamiento promiscuo y el adúltero.

Ahora, esto no es excusa para nada: infiel es infiel y, si me preguntan a mí, la excusa de “ay, miamor, es que así soy yo”, lo único que merece es un chancletazo.

hablemos

- Anuncio -spot_img
- Anuncio -

MÁS RECIENTE

- Anuncio -

NO DEJES DE LEER

- Anuncio -