(12 de noviembre, 2014).- Como resultado de la guerra abierta que el Gobierno de México decidió emprender desde hace ocho años contra los cárteles del narcotráfico, se ha desencadenado la aparición de nuevas organizaciones criminales ultraviolentas y con amplio acceso a grandes capitales
Estas organizaciones, debido a su estructura ligera y capacidad para multiplicarse, se encuentran sometidas bajo competencia constante, por lo que han decidido obtener de la extorsión, el robo y el secuestro su principal fuente de ingreso, ya que estas actividades les permiten obtener el control territorial absoluto de las zonas donde operan.
El negocio de la venta y tráfico de droga ha pasado a segundo término, solamente se hace a nivel local e internacionalmente se hace por medio de intermediarios. Además, el uso constante de extrema violencia con el que desempeñan sus actividades les ha permitido apoderarse de poblaciones enteras.
Tal es el caso de los Guerreros Unidos, a quienes se les ha atribuido la desaparición y posible asesinato de los 43 estudiantes normalistas de la Escuela Normal ‘Rural Raúl Isidro Burgos’ de Ayotzinapa en el territorio de Iguala, Guerrero, zona donde operan.
Así lo describe el analista Alejandro Hope “Las nuevas bandas son más locales y depredadoras; en el caso de Guerrero el fenómeno ha alcanzado el paroxismo por la histórica debilidad institucional del territorio; nada les ha frenado y se han apoderado de poblaciones como Iguala. Guerreros Unidos es el ejemplo más claro”.
También señala, “son hijos de la fragmentación” puesto que la organización tuvo su origen en una agrupación de sicarios creada por Arturo Beltrán Leyva en 2005 con la finalidad de obtener control total en el estado de Guerrero. Ésta célula, que se llamó Los Pelones fue operada por Alberto y Mario Pineda Villa, hermanos de la esposa del exalcalde de Iguala, quienes fueron asesinados en 2009 debido a un ajuste de cuentas al intentar traicionar a Beltrán Leyva.
Tras la muerte del ‘Jefe de Jefes’ a manos de marinos el 16 de diciembre de 2009, se provocó una gran desmembración del cártel que dio origen a múltiples células criminales que se extendieron a lo largo del país.
Sin embargo, este grupo denominado Los Pelones, que después se convertiría en Guerreros Unidos, experimentó un crecimiento acelerado bajo el mando de Mario Casarrubias Salgado, alias ‘Sapo Guapo’, de 33 años; ya que logró la infiltración tanto en la policía como en la vida política de Guerrero.
Además de la eliminación de varios cárteles rivales, el más destacado siendo el de Los Rojos, cuyo asesinato de su líder, Rogelio Maldonado Jiménez, el 14 de diciembre de 2012 en un hospital de la Ciudad de México, dio inicio a una guerra entre clanes que dejó, sólo en el Estado de México, más de 70 muertos.
Casarrubias fue capturado el 29 de abril de 2013 y sustituido por su hermano Sidronio, quien también fue aprehendido hace unas semanas y declaró haber sido quien ordenó la ejecución de los normalistas en Iguala bajo la premisa de “defender el territorio” al tomarlos por integrantes de Los Rojos.