Antonio Jiménez / @Hora_Violeta
(23 de septiembre, 2013).- Tras afirmar que la propuesta progresista no desconoce el papel de la inversión privada en el desarrollo del país y en particular en el de la industria petrolera, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano sostuvo que lo que debe plantearse es una política de inversión privada que participe intensamente en la producción de insumos que dé prioridad racional a los contenidos nacionales.
Al abrir con su participación, los Foros de debate sobre las distintas iniciativas que en materia energética se han presentado en el Senado, Cárdenas dijo que la propuesta de Reforma Energética del Ejecutivo Federal tiene la intención de desplazar a Petróleos Mexicanos (Pemex) de toda la cadena productiva y permitir que las compañías expropiadas en 1938 vuelvan a ser las principales beneficiarias de la explotación de los hidrocarburos de nuestro país.
Cárdenas Solórzano dijo que los cambios propuestos a los artículos 27 y 28 de la Constitución cancelarían la condición de áreas estratégicas de los sectores petrolero y eléctrico.
Advirtió que al ya no ser estratégicos, Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) podrían dejar ser propiedad gubernamental y ser vendidos y privatizados junto con “todo lo que posean”.
Cárdenas Solórzano también señaló que la propuesta del Ejecutivo dejaría al Estado sin la exclusividad en el manejo de la industria petrolera, desde la exploración y explotación de los yacimientos, el manejo y cuidado de las reservas, hasta la transformación industrial del recurso en la refinación y petroquímica, así como en los servicios complementarios de almacenamiento y transporte.
Criticó que el alud propagandístico del gobierno se haya centrado en la reforma al artículo 27 constitucional, “pero nada se ha mencionado de las consecuencias de modificar el 28, lo que no puede sino calificarse de falaz, pues se oculta a la opinión pública información vital para formarse un juicio informado”.
Por ello, manifestó que “la iniciativa del gobierno para reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución, es una iniciativa privatizadora dígase lo que se diga”.
“Estamos ante la gravísima perspectiva de que las compañías expropiadas en 1938, ahora con otros nombres, vuelvan a ser las que decidan cómo se manejen los sectores petrolero y eléctrico y sean las principales beneficiarias de la explotación de los yacimientos de hidrocarburos mexicanos”.
Explicó que uno de los objetivos de su propuesta es que la industria petrolera recupere el papel que tuvo en el pasado, “de conductora principal del crecimiento económico y la industrialización, con lo que se estarían creando empleos formales, impulsando desarrollos regionales e impactando favorablemente sobre numerosas áreas de la producción”.
También, expuso, se busca que el sector energético estatal cuente con organismos operadores saneados de corrupción, con mandato claro del Estado respecto a sus actividades por desarrollar y que operen con absoluta transparencia, eficiencia, y eficacia, buscando las productividades óptimas dentro de la racionalidad ambiental.
Por otra parte, trascendió que diputados federales y senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya no participarán en los foros sobre las iniciativas de Reforma Energética que organiza el Senado de la República debido a una organización que limita la participación de legisladores de izquierda frente a los del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN), imponiendo una visión a favor de la privatización
Se aseguró que al Partido del Trabajo (PT) se le permitió la participación de nueve invitados a los foros, al PRD sólo ocho, mientras que el PAN tendrá 26, el PRI 50 y, de manera conjunta, PRI y PAN tendrán otros tres más. Los legisladores de izquierda también dijeron que es evidente que se busca controlar las opiniones por medio de la lista de invitados, por lo que se acordó que los legisladores del PRD no asistirán más a estos foros en tanto no se corrijan los errores, al señalar que éstos no permiten un verdadero debate.
Lo anterior parece dar –tardíamente– la razón a Andrés Manuel López Obrador, quien desde un principio descartó asistir al foro por considerarlo una simulación: “Ya tienen todo. Ya está todo planchado. Es un documento en el que van a realizar estos foros, me invitan hasta a mí. Se dice que bajo control de daños. Todo encapsulado mediáticamente, para que no haya tanta difusión. Y ya establecen la ruta: dos semanas de foro, tres días de dictamen y la aprobación el 15 de octubre. Tengo el calendario. Es un documento del PRI y de Peña que me llegó”.