(14 de mayo, 2014).- El nombre de Juana Molina me llegó por una paisana suya, Natalia Clavier mientras hablábamos de video clips. Me sugirió que viera el de una amiga suya, la canción era Eras. El video resultó ser una de esas cosas que no se olvidan y quedé curioso de saber más acerca de ese nombre. No pasó tanto tiempo para tener la oportunidad de platicar con ella antes de su presentación en la ciudad de Filadelfia.
El día del show me sorprendió ver a tanta gente llegando al local a ver a un nombre latino, que yo mismo como latino desconocía hasta hace poco. Ese fue el primer prejuicio que se disolvió esa noche: el show de Molina tuvo un sold out. La segunda sorpresa es que en la audiencia apenas se adivinaba la presencia de alguna que otra mujer hispana, la gran mayoría era de raza blanca.
La entrevista que me concedió Juana comenzó con su experiencia en su reciente participación en el Festival Vive Latino.
Me fue muy bien, me fue mucho mejor de lo que pensábamos, la carpa rebasa de gente y todos muy entusiasmados con lo que pasaba, así que nos contagiaron esa energía y salió buenísimo.
A mi me gusta tocar en lugares donde siento que lo que hago llega hasta el que esta mas atrás de todo y eso no depende tanto del tamaño del lugar en si, del sonido por supuesto, como de la entrega de ambos, del publico y mía. Tuve experiencias muy buenas en lugares enormes y experiencias muy buenas en lugares muy chiquitos también. Creo que es más difícil lograr cierto clima íntimo en un festival como el Vive Latino, no solamente la disposición de las carpas y como va llegando la gente, como se acerca, sino que además está el sonido de otras bandas que están al mismo tiempo, que aunque esté lejos, existen, Entonces, cada silencio se oye un poco lo que esta pasando en otros lados. Me pasó una vez justamente en México, en Guadalajara creo que fue, toqué en un jardín y en el jardín de al lado tocaban música típica mexicana a un volumen ensordecedor, entonces mi show fue una cosa rarísima porque había que poner muy fuerte algo que no necesitaba estar tan fuerte, pero bueno eso es una locura que no depende de mi.
Argentina de nacimiento, heredó la dolorosa fortuna de otros argentinos talentosos como Borges y Cortazar, el exilio en Europa. Durante esos años de juventud aprendió el francés como segunda lengua, recibió influencias musicales invaluables durante su estadía parisina. Poco antes de su retorno a la Argentina, Juana hizo un trabajo de curaduría musical en audio cassettes, hizo sus propias mezclas para llevarlas con ella. Tristemente su colección le fue sustraída. Le pregunto si ahora con el internet ha tratado de recuperar ese acervo.
No, porque ya ni siquiera me acuerdo de lo que tenia, fueron de hace muchísimos años. Lo que pasa es que cuando yo sabia que me volvía a Buenos Aires, que en ese momento era un lugar muy remoto, la radio no tenía ni por casualidad la información que había en Francia, ni la gente que yo conocía tenia los discos que tenían mis amigos en Francia, entonces, cuando tome la decisión de volver estuve esos tres meses grabando en casas de amigos todos los discos que me gustaban y viendo las combinaciones, esto con esto, esto con esto. Tenía como doscientos y pico de cassettes de noventa minutos, o sea que tampoco era tanto pero todo era lo elegido, fue dolorosísimo cuando los perdí porque era lo que me había formado a mi, además de lo que había escuchado de chica. Cuando grabé todos eso era muy joven, tenia no sé, quince años. Había muchos cassettes que eran grabados de cosas de la radio directamente que nunca supe que fueron y muchas de esas cosas al desaparecer se borraron de mi memoria. De vez en me vuelve misteriosamente una melodía del pasado y trato desesperadamente de saber qué era y se la canto a todo el mundo a ver si alguien la conoce, la gente algunas cosas las conoce y me dicen –ah, eso es tal cosa– entonces voy las busco y ya, pero no, no me tomé el trabajo de recuperar.
“Las Hermanas de Juana” fue un show cómico qué Molina protagonizó por un tiempo en su país natal, le dio una fama inesperada, pero esa audiencia cautiva de esa serie y los medios decidieron castigarla cuando la artista decidió abandonar el programa para dedicarse a la música de tiempo completo.
Yo hacia música antes y no dejé de hacerlo. Me dediqué a hacer televisión para poder pagarme la renta y los gastos que tenia mensuales. Yo quería algo que pagara más o menos bien y que me dejara tiempo para hacer música. Busqué a ver si podía hacer televisión porque yo sabia que tenia una facilidad particular para interpretar personajes y me fue muy bien con eso, mejor de lo que yo pensaba. Eso me mantuvo al principio muy bien porque trabajaba la suficiente cantidad de tiempo para tener un montón de tiempo libre para tocar, pero después empezó a ir mejor y sin darme cuente me alejé de la música por casi ocho anos, cuando me di cuenta dejé todo y volví rápidamente antes de que fuera demasiado tarde.
No lo extraño porque lo que yo hacia es algo que hago en lo cotidiano, todo el tiempo estoy interpretando, haciendo cosas o hablando como otros, es algo que me sale naturalmente. Ese don me fue dado y heredado también, porque es algo familiar, de aprovechar esas cualidades y transformarlas en un trabajo pero es parte de mi manera de ser, no es que de golpe diga nunca más los personajes, todo el tiempo estoy con eso presente.
De su más reciente producción, Wed 21 nos cuenta:
[Wed] Es por wednesday pero no por wednesday. Para mi, Wed 21 es como una nomenclatura como R2D2 el robot, para mi no quería decir nada, Había salvado esa canción con ese nombre por que sí, durante muchos meses se llamó así, ya después no le pude cambiar el nombre, era como que aparecían esas letras con ese número y para mi era esa canción. Cuando no encontraba un nombre que representara bien al disco, mi hija me dijo –¿por qué no le pones Wed 21 que no quiere decir nada?–, que para ella por ejemplo no representaba nada, después sabia que iba a tener el inconveniente que en inglés era una fecha pero no me pareció muy importante.
En su proceso de composición, deja las letras al final, para que estas se ajusten a la música. Su forma de interpretar es así, la voz es importante pero las letras en ocasiones no son inteligibles, pero eso parece no importarle mucho a sus seguidores, sobre todo a los anglosajones.
Yo canto como hablo, es como si hablara con notas, con una melodía, no me transformo en otra persona cuando digo la letra, por eso es natural. Hay gente que canta –no me parece mal– y se transforman en otras personas cuando lo hacen. No puedo creer que esta persona es la misma que hace estas cosas, a mi me parece que mi manera de cantar, salvo en la partes improvisadas, o que me pongo a hacer cosas raras en general no sorprende, no parezco otra persona.
La protagonista del video Eras, justo del que hablaba al inicio, también es la portada de de este material Wed 21. Es un extraño ser femenino, parece salido de la imaginación Guillermo del Toro.
Cuando apareció ese personaje sin querer, medio jugando cuando hacíamos la tapas, inmediatamente cobró vida el personaje y dije vamos a hacer un video. Alejandro Ros que hace las tapas de todos mis discos y yo lo creamos. Fue casualidad, le puso la cara azul y los ojos y que sé yo, o sea los ojos son los míos, lo que hay abajo si sacas lo azul están mis ojos, no es que son ojos de otro. Cuando apareció ese personaje, inmediatamente como que uno ya sabia, no era un personaje muerto, uno como que ya se imaginaba toda la vida de este personaje y lo que hice con Eras fue mostrar un poquito la vida de ese personaje rarísimo.
Con toda esa gentileza y paciencia Juana se da el tiempo de explicarme también el arte de otro de sus materiales “Son”, que está lleno de detalles, bordados, satines, reflejos, luces. Le digo que eso es justamente las imágenes que me provoca escucharla, es como estar dentro de un cuarto hecho de vitrales que al entrar la luz, inunda todo de colores, siempre difusos, distorsionados.
A mi me gustan los discos que generan imágenes y no creo que a todos nos produzcan las mismas imágenes, entonces me encanta cualesquiera sean las tuyas, que haya, que existan, que eso ya me parece suficiente.
[Ahora me explica el arte gráfico de Son] Estos son tapices de mi bisabuela, estas son fotos de partes de vestidos que ella hacía, esto es la pechera del vestido, cada lentejuela a mano, cada una. Y bueno así son los discos, no es que yo haga un loop y quede sonando solo, yo los loops en los discos los grabo del principio hasta el final, yo después uso la loopera en vivo pero en los discos no, no hay secuencias en los discos, entonces eso es como esto, se repiten las lentejuelas, pero están repetidas, una por una, –artesanal– , claro.
Bueno, esto es el pelo de mi mama por ejemplo, es cuando era chiquita, eran vestidos que le hacia a ella [la bisabuela], después este es un tapiz muy grande y yo estoy parada en frente, –¿es tu pelo real?–, yo estoy parada enfrente y me tape la cara con esta misma cara de acá, esta soy yo y esta es mi hermana (tienen que ver la caja del cd). El tapiz es bastante grande, por eso para mi la tapa de este disco es preciosa [y para mi también] porque logramos con ciertas luces, según la luz que tenga esto brilla como el tapiz original y me parecía que esto representa mucho de lo que yo hago, muy minucioso.
A Juana le gusta hacer artesanías no sólo musicales.
Me gusta sobre todo bordar y coser. Ahora menos pero porque tengo menos tiempo pero me he hecho muchas cosas para mi hija, de chiquita le hice millones de vestidos, volví a jugar a la mamá con las muñecas.
Aunque Juana haya dejado atrás el show cómico que le dio fama en su natal Buenos Aires, la comedia sigue presente en ella, la podemos sentir en su música, en su manera de interpretar, en sus vídeos. Juana tiene un poco de la Monalisa, una sonrisa que tanto pudiera ser de burla como de un estado puro de gracia.
Juana Molina es un ser mitológico que nunca nos revela su verdadera naturaleza, un híbrido de dos o más especies, una quimera bordada con lentejuelas, con tapices, con mechones de pelo de sus antepasados, de loops, de notas musicales. Juana Molina no se deja conocer porque es un prisma y todo depende del color de la luz que la atraviese, que la preñe. Juana Molina es una máscara impenetrable que no nos deja ver quién está debajo si el rostro de la tragedia o de la comedia o ambas a la vez.
P.D: De esas casualidades curiosas, casi al terminar de editar esta entrevista vi el debut como director cinematográfico de Gael García Bernal, “Deficit”. En el filme también actúa, su personaje, Cristobal es presentado a la música de Juana Molina por Dolores (Luz Cipriota). El tema es La Visita. Molina también interpreta el tema “Rudo y Cursi” de la película homónima.