En su columna para El Financiero, Salvador Camarena señala que el candidato presidencial José Antonio Meade luego de dos semanas de el primer debate, buscó todos los sinónimos para no decir el sustantivo que tenía que decir ” No puedo bajarme porque yo no me subí. No vine, me trajeron. No me impuse, me impusieron. Por tanto, no me mando, me mandan”.
Además de que, recuerda que cada semana hay un nuevo escándalo del gobierno y sus aliados, lo que se traduce en una prueba más de su ineficiencia, por lo que le restan a su campaña que en noviembre pasado pensaron que sería una fiesta y ahora está como “un delfín con menos futuro que la vaquita marina”.
Camarena, asimismo expresa que los periodistas están buscando la confirmación de lo que es obvio, saber cuando Meade va a dejar de ser candidato y cuando regresará al Partido Acción Nacional (PAN) “¿Cuándo el abrazo del adiós? ¿Quiere chamba en el gabinete? ¿En el actual? ¿En el del Frente? ¿En el del Peje?”.
Sin embargo apunta que el aspirante, insiste en que va a remontar y que nadie recordará las estafas o los espionajes, al hablar de que es hora del perdón nacional “Démosles otro oportunidad, porque, a poco no, así como para ellos robar es cultural, para nosotros perdonarlos también es cultural, eso y no llegar al quinto partido definen nuestra identidad. ¡Viva México, priista!” dice el periodista en su columna.
En este contexto considera que no hay nada que lo pueda reposicionar, que se trata de una marcha de despedid “En el diccionario de los dinosaurios no existe la palabra futuro, todo es corrupción.”.