Enrique Peña Nieto a más de tres años de gobernar un país y fungir como “representante” no deja de avergonzar a las y los mexicanos, dejando de lado la falla en los actos protocolarios diplomáticos que lo dejaron en evidencia a nivel internacional, una vez más, en su estancia en Ottawa, Canadá, error que además produjo un sinfín de memes y videos; el títere priista reafirmó la ideología que gobierna actualmente México, la cual deja de lado una vez más las verdaderas realidades y necesidades de la sociedad y beneficia sólo a un pequeño y corrupto grupo.
Peña Nieto a través de un discurso superficial donde se encontraba el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente estadounidense, Barack Obama, puso en evidencia su desconocimiento en conceptos políticos al referirse al “populismo” o a los actores de éste, como una corriente ideológica que sólo busca la destrucción de “lo que ha tomado décadas construir para revertir problemas del pasado”; y con tal declaración mostró que no se piensa en otras formas de hacer política en México, siguiendo el camino de la dictadura priísta, caracterizada por la represión y corrupción.
“Esos liderazgos o esos actores políticos recurriendo al populismo y a la demagogia quedan en respuestas muy fáciles las eventuales soluciones a los problemas que enfrenta el mundo de hoy, lo cual no es así de simple ni así de sencillo. Llevar la rienda de un país, asumir la responsabilidad de gobernar es algo más que dar respuestas sencillas es complejo y difícil”, expresó Peña Nieto a nivel mundial en Canadá, país donde además también fue acusado por el gremio periodístico de limitar el derecho a la información y libertad de expresión, al pedir que se realizarán pocas preguntas.
Si bien se podría remontar al surgimiento del “populismo” el cual se presenta por primera vez en Rusia, y a través del paso del tiempo ha tenido diferentes papeles, hoy se puede retomar la explicación de Obama realizada después de la intervención de Peña.
“Yo no es estoy, sin embargo preparado en conceder esta idea de que parte de la retórica que hemos escuchado es populista. En el 2008 cuando yo era candidato y el motivo por el cual fui candidato nuevamente, y el motivo por el cual después de dejar el gobierno voy a trabajar en algo en el servicio público, es que a mí me interesan las personas, los individuos y lo que todos los niños en Estados Unidos y en América del Norte tengan las mismas oportunidades que yo disfruté.
“Me preocupo de los pobres que trabajan muy duro pero que no tienen ninguna oportunidad de poder progresar, me preocupan los trabajadores para que tengan una voz colectiva en el lugar de trabajo y que reciban su parte del pastel. Me quiero asegurar que los niños reciban una buena educación, que una madre trabajadora tenga cuidados de su niño en cual pueda confiar, y deberíamos tener un sistema tributario que sea justo y que personas como yo que desean beneficiados de las oportunidades ofrecidas por la sociedad deban pagar un poco más para asegurarse que niños de otros menos afortunados puedan también tener esas oportunidades.
“Pienso que debería haber un límites sobre los abusos del sistema financiero para no repetir el desastre del 2008, debería haber transparencia de cómo funcionan nuestros sistemas para que no existan personas que evadan el pago de impuestos, estableciendo cuentas extraterritoriales y que aprovechen de situaciones que otros ciudadanos no puede beneficiarse porque no tiene los abogados, o los contadores, que le permitan usar estos trucos.
“Supongo que con eso se podría decir que soy un populista pero otra persona que nunca ha demostrado preocupación por los trabajadores, que nunca ha luchado por cuestiones de justicia social o asegurarse que los niños pobres tengan una oportunidad o que reciban atención médica y que de hecho han trabajado en contra de la oportunidad económica para los trabajadores y las personas ordinarias.”
Lo que queda claro es que Peña Nieto no encaja en ninguno de los perfiles u objetivos que expresó Obama, ejemplo de ello es que no busca que las empresas como Grupo Higa, su favorita, que se ha beneficiado de los recursos públicos, tenga un proceso tributario justo donde haya una verdadera retribución y ayuda que beneficie y ofrezca mayores oportunidades a la población.
Con el regreso del PRI, tampoco se ha incentivado, escuchado y mucho menos apoyado la voz colectiva de los trabajadores, de los casos más reciente, el de la educación, quienes sólo han sido reprimidos y se ha intentado silenciar su lucha a través del uso de la fuerza pública, donde apenas el pasado 19 de junio los federales terminaron con la vida de 9 personas en Nochixtlán, masacre de que se convierte en la tercera cometida durante el gobierno de Peña.
A este mecanismo del silencio se suman los centenares de presos políticos a nivel nacional; la reducción de apoyo para los trabajadores del campo, así como el despojo de tierras para beneficiar al sector empresarial en proyectos que realmente no buscan un beneficio para México.
En ningún momento se ha visto que Peña se preocupe por combatir la pobreza pero sí en favorecerla, ya que la cifra ha aumentado a más de un millón de personas que pasan a esta situación de escasez, y posiciona al país como el segundo con mayor desigualdad, según información de la OCDE.
Peña Nieto no se ha caracterizado por haber llegado al ejecutivo federal con el fin de hacer un servicio social público pero sí una tarea de enriquecimiento de él y su grupo político y empresarial, donde a través de recortes, como el anunciado hace dos semanas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se continúa afectando programas prioritarios como la salud y educación, y beneficiando con miles de millones a megaproyectos que son licitados por empresas nacionales e internacionales; el caso más reciente que ha causado indignación de políticos, especialistas y la sociedad es el proyecto faraónico del Instituto Nacional Electoral (INE), el cual busca cambiar su imagen en un contexto de crisis económica a nivel nacional y mundial, como lo ha sido la caída de los precios del petróleo.
Entonces si algo es evidente es que el priista además de un bajo nivel cultural, nunca va a tener el honor de ser llamado populista, pero sí es y será catalogado como uno de los peores presidentes que ha tenido México.