Alina Rosas Duarte / @ARD3_0
(09 de septiembre, 2013).- No fueron suficientes los miles de trabajadores, estudiantes, maestros, ciudadanos y manifestantes en general, protestando durante los últimos meses en las calles, mostrando su repudio a la Reforma Laboral, a la Reforma Educativa e incluso podríamos pronosticar que sea un escenario similar en el caso de la Reforma Energética. Sin embargo, bastó con la indignación de la clase empresarial en México para que el ejecutivo priísta decidiera “revisar la Reforma Hacendaria”.
Los disgustos con la Reforma no sólo provinieron de la llamada izquierda institucional -quien de manera inmediata advirtió sobre los posibles efectos que traería consigo aprobarla-, también fue el Partido Acción Nacional (PAN) y representantes de la clase empresarial, quienes mostraron su descontento con la propuesta planteada por el ejecutivo tricolor.
La presión que estos grupos “selectos” han ejercido sobre el ejecutivo se tradujo en la declaración hecha por Manlio Fabio Beltrones el día de ayer en la cual mencionó perfilar cerca de 25 modificaciones a la propuesta original de Reforma Hacendaria.
Cabe mencionar que, en días pasados, la Confederación Patronal de la República Mexicana, (Coparmex) en voz de su presidente, Juan Pablo Castañón, señaló que la iniciativa se encontraba incompleta ya que ésta debía establecer un impuesto al consumo.
En la misma tónica empresarial, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, declaró que los que pagan impuestos “siempre son los mismos”, entendiendo por “los mismos” los empresarios que –según el presidente del CCE– son quienes contribuyen mayoritariamente a la recaudación de impuestos como el Impuesto Sobre la Renta, afirmó.
Luis Foncerrada, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) declaró que se afectaría al 70 por ciento de la población mexicana, que corresponde fundamentalmente al sector formal y productivo, motivo por el cual se sumaron al descontento de la propuesta.
Por otra parte, Salinas Pliego, multimillonario presidente y fundador de Grupo Salinas, señaló que la Reforma Hacendaria no sólo es peligrosa sino preocupante, razón por la cual llamó al ejecutivo a ver opciones antes que buscar el incremento al gasto público con base en recaudación a personas físicas sin grandes ingresos sobre quienes recaerá la Reforma.
Por su parte, el Partido Acción Nacional, señaló no estar de acuerdo con la Reforma Hacendaria, por lo cual ha buscado llevar a cabo recolección de firmas, volanteos informativos y manifestaciones “respetuosas”.
Así lo informó el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, quien en sus métodos para detener la Reforma Hacendaria tiene contemplado como eje básico no afectar el tráfico, la comunicación ni las vías públicas.
Cabe destacar que esta Reforma no fue producto del llamado Pacto por México, aunque en la declaración hecha el día de ayer por Beltrones se anunció que las modificaciones a la Reforma que se llevarán a cabo serán bajo consenso de todas las fuerzas políticas.
Los miles de manifestantes que han salido en contra de las Reformas Estructurales han sido ignorados por la agenda legislativa.
Miles de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, integrantes de organizaciones sindicales como el Sindicato Mexicano de Electricistas o las decenas de contingentes estudiantiles en cada marcha no han detenido alguna Reforma, mientras el llamado de atención de la clase empresarial a Enrique Peña Nieto, ya generó el debate sobre los términos en los que la Reforma Hacendaria habrá de aprobarse próximamente con un probable consenso de la clase empresarial.