(9 de septiembre, 2014).- Una mayoría de mujeres integra el segundo grupo de víctimas del conflicto armado en Colombia que viajó este martes a Cuba para participar en los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, entre ellas una exrehén del grupo insurgente.
Las mujeres son las mayores víctimas del conflicto armado que vive Colombia desde hace más de medio siglo, denunció este martes un vocero de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El segundo grupo de víctimas que viajó a La Habana (Cuba) para formar parte de los Diálogos de Paz que mantienen representantes del Gobierno de Colombia con el grupo insurgente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son en su mayoría mujeres.
La selección estuvo a cargo de la ONU y la Universidad Nacional de Colombia, con el apoyo de la Iglesia Católica.
Mujeres víctimas
En el segundo listado de víctimas que participan en los diálogos de paz se encuentra Marisol Garzón, hermana del periodista Jaime Garzón, asesinado por paramilitares en 1999, y Esperanza Uribe, mujer del juez Pablo Antonio Beltrán, muerto en 1989 en una masacre reconocida por el Estado.
“Las mujeres y las niñas colombianas son las que han pagado el costo más alto del conflicto armado en Colombia “
La lista incluye a Consuelo Perdomo, una excongresista cautiva de las FARC entre 2001 y 2008, y a Marleny Orjuela, prima del policía Édgar Alexander Zambrano, secuestrado por esa guerrilla cerca de cuatro años.
Además fue convocada Juanita Barragán, de 26 años y reclutada a la fuerza por las FARC a los 13; Teresita Gaviria, presidente de la Asociación Madres de la Candelaria y cuyo hijo Cristian Camilo Quiroz desapareció en 1989, y Gloria Luz Gómez, hermana de Leonardo Gómez, líder estudiantil desaparecido en 1983.
También están María Choles, víctima de violencia sexual, y Yessika Hoyos, hija del sindicalista Jorge Darío Hoyos, asesinado en 2001.
“La gran mayoría que hacen la guerra son hombres y los que la sufren son mujeres”, señaló Hochschild.
Tres hombres completan el grupo: un afrodescendiente, Esau Lemos, defensor de los derechos humanos, y Gabriel Bisbicui, líder indígena, ambos víctimas de desplazamiento forzado, y Reinel Barbosa Cajica, también desplazado y discapacitado por una mina antipersona.
Hochschild dijo que espera que una vez hayan viajado a La Habana las 60 víctimas previstas por el proceso de paz, todos los afectados se sientan representados.