Por Érika Paz
(25 de mayo, 2014).- En México el problema de los feminicidios y violación a los derechos humanos de las mujeres alcanza niveles de crisis, entre 2006 y 2012, el número de asesinatos de mujeres aumentó 40 por ciento. Diariamente se cometen 6.4 homicidios de los cuales 95% quedan impunes de acuerdo con datos de la Organización de Naciones Unidas.
Si bien entidades como el Estado de México o Chihuahua, son casos alarmantes, el índice de feminicidios en otras entidades va en aumento, tal es el caso de Oaxaca que en tres años de gobierno, Gabino Cué suma 289 casos, superando a las administraciones de José Murat Casab y Ulises Ruiz Cruz , gobernadores de la entidad, de 1999 a 2010.
Asimismo, la Red de Mujeres Activistas y Defensoras de Derechos Humanos de Oaxaca, integrada por 80 mujeres activistas y 34 organizaciones, denunció que entre el 1 de enero a la fecha se cuentan “38 agresiones contra 17 defensoras de derechos humanos, tres periodistas y cinco organizaciones y/o colectivos”.
Así como “nueve casos de intimidaciones, siete ataques contra el patrimonio personal o de la organización, cinco casos de campañas de difamación y desprestigio, cuatro casos de uso excesivo de la fuerza, tres casos de hostigamiento y un caso de agresión física”.
Por otro lado señaló que en la primera quincena del mes de mayo contabilizó siete agresiones contra defensoras y mujeres periodistas, entre los que se encuentra el caso de la reportera Citlalli López que trabaja para el periódico Noticias, Radio Fórmula Oaxaca y la agencia especializada en género CIMAC Noticias.
Las mujeres son asesinadas en su mayoría por familiares, amigos o conocidos de la comunidad o trabajo, un tema que debe abordarse con detenimiento, pues habla de un pensamiento decimonónico de la mujer como propiedad, razón por la cual debe ponerse especial atención a cualquier tipo de agresión contra las mujeres y considerarlo como un atentado contra la vida.
Regularmente los casos de niñas y mujeres jóvenes suelen tocar fibras sensibles en la sociedad, pero no debemos dejar de lado la violencia en contra de mujeres adultas mayores, quienes también son agredidas económica, física, psicológica y sexualmente.
Las modalidades de violencias en los ámbitos: familiar, laboral y docente, la violencia en la comunidad, la violencia institucional (ocurrida en los Ministerios Públicos, centros de salud y hospitales, y en cualquier ventanilla gubernamental en el que se discrimine u obstaculice el ejercicio de sus derechos). Asimismo la falta de información, su negación o impedimento para informar, es una violación a los derechos humanos de las mujeres.
Los tipos de violencia, psicológica (insultos, celotipia, humillaciones, indiferencia, infidelidad, rechazo, amenazas, negligencia en la atención médica, en necesidades o aspiraciones), física (golpes con uso de la fuerza física, con algún arma u objeto que provoquen lesiones en cuerpo y cabeza), patrimonial (como destrucción, retención o sustracción de objetos o bienes), económica (cuando se le controla o limita el ingreso económico e incluso percibir un salario menor al de un hombre por el mismo trabajo), sexual (degradar la sexualidad de las mujeres, concebirlas como un objeto, los tocamientos, hostigamiento, violación), no reconocen edad, escolaridad, raza, nivel socioeconómico, ni apariencia física.
Los maltratos a, y asesinatos de niñas y mujeres de todas las edades generalmente quedan registrados como una estadística más dentro del sinnúmero de problemáticas que aqueja nuestro país, pero es necesario poner énfasis en que las mujeres representan el 51 por ciento de la población total en el país.
Sabemos que el problema de la violencia en México no es menor y afecta a toda la población, pero perjudica principalmente a las mujeres a quienes se les refiere como un grupo, sin nombre, sin apellido, sin historia, sin familia. Madres, hijas, abuelas cuyos feminicidios se quedan en una estadística para las autoridades y funcionarios.
Mujeres como botín de guerra armada como política, la violencia feminicida es un problema al que los gobiernos municipales, estatales y federal no han puesto especial atención, prevención y solución.
Esta vez, Oaxaca vuelve a ser el punto de atención con los datos arrojados, numerosos casos de mujeres víctimas de la violencia feminicida, la cual engloba a todas las antes mencionadas. Mujeres que paren en los jardines de los hospitales por negligencia médica, mujeres golpeadas y asesinadas brutalmente, mujeres víctimas de agresiones sexuales, mujeres violentadas económica y psicológicamente, mujeres amedrentadas por su labor como periodistas, activistas y defensoras de derechos humanos.
Todo el que golpee, insulte, denigre, amenace o retenga, sustraiga, destruya cualquier bien de las mujeres, todo el que sea negligente con las necesidades y requerimientos de las mujeres para una vida sin violencia, sea autoridad o ciudadano, atenta contra los derechos humanos de las mujeres y pone en riesgo la vida de la mayoría de la población.