Por: Joanna Lobo Martes
Mabel Cruz (nombre cambiado) es propietaria de una empresa de catering.
Crecí como una rebelde. He vivido con novios, no estoy casada a pesar de tener la edad apropiada y el horror de los horrores: ¡NO QUIERO TENER HIJOS!
Ha sido una lucha constante, vivir con estas decisiones mías. Me ocupo de eso restándole importancia a la situación. Déjame contarte algunos de los comentarios que he escuchado en los últimos años.
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LIBRE DE NIÑOS, NO ES IGUAL A NO TENER NIÑOS
Amo a los bebés, ¡lo hago! Llegué a esa etapa de la vida en la que soy madrina de muchos de los hijos de mis amigos cercanos. Amo a los niños, pero no quiero tener los míos.
Leí un artículo una vez sobre personas que son adultos ‘libres de niños’. Pero estas no son personas que no pueden tener hijos sino que tomaron una decisión consciente de no tener hijos. Es una decisión personal.
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CAMBIARÁ DE OPINIÓN UNA VEZ QUE SOSTENGA A SU NIÑO EN SUS BRAZOS
He tenido amigos con buenas intenciones que describen ese momento, el minuto justo después de que han dado a luz en el que tienen a su hijo/a por primera vez en sus manos. Mi madre me ha escrito sobre su experiencia en una carta para que yo lo leyera y cambiara de pensamiento. Pero no pasó.
Mi decisión no es una de esas que va a cambiar porque aún soy joven y me sentiré diferente más adelante o si me encuentro con la persona adecuada o cuando “gane suficiente dinero”.
Simplemente no tengo instintos maternales. Mi ‘útero no salta‘ cuando veo a un niño o cuando veo que nace uno. Amo a los niños tanto como me encantaría una mascota o un amigo querido. Ese deseo abrumador de mirar uno y llamarlo mío yo no lo tengo.
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¡EGOÍSTA!
Es increíble cómo la sociedad se cierra automáticamente a alguien que no se ajusta a su idea de lo que es correcto y lo que es necesario. Mi familia ha tenido que soportar la mayor parte de mi decisión de no tener niños.
Me han llamado adicto al trabajo (el comentario más leve), inmadura, irresponsable y zorra (ya sabes, alguien que tiene relaciones sexuales responsables para que no ocurran “accidentes”).
No encajo en el estereotipo. Soy una mujer muy independiente que tiene su propia compañía. Soy trabajadora, justa y confiable. Trato a las personas con respeto. Soy prudente con el dinero.
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NADA QUE HACER
La verdad es que no quiero la responsabilidad. No quiero tener el futuro de nadie en mis manos. Creo que gran parte de mi decisión se basa en el hecho de que no quiero traer a otra persona a este mundo.
Un mundo horrible donde las mujeres son tratadas con falta de respeto, donde la violación es tan común como la gripe, donde las personas no tienen la libertad de hablar en contra de la injusticia y donde el dinero y el poder son lo único que importa.Estoy más feliz sin niños. Mi compañía, mi vida social, mis viajes, la biblioteca de mi casa me hacen feliz. En el futuro, quiero explorar nuevos lugares, vivir en diferentes ciudades, ser voluntaria muy lejos. Quiero usar mis talentos para hacer una diferencia en el mundo.
QUIERO HACER MUCHAS COSAS CON MI VIDA. CRIAR A UN NIÑO/A NO ES UNA DE ELLAS.
