(25 de junio, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Es innegable que en las últimas décadas el Partido Acción Nacional (PAN) ha jugado un importante papel en el escenario político del país. Luego de los resultados obtenidos en las elecciones del 7 de junio, vale la pena analizar la estructura interna y los mecanismos democráticos del partido, toda vez que en agosto próximo se elegirá a su nuevo dirigente nacional.
El pasado lunes por la tarde, el senador Javier Corral Jurado causó revuelo en las redes sociales, Facebook y Twitter, al anunciar –mediante un video de poco más de ocho minutos– su candidatura a la presidencia de Acción Nacional. En su mensaje, Corral Jurado señala lo siguiente: “Quiero convencer la libre voluntad y mover a la acción. Simplemente voy a organizar y articular la rebelión de las bases”.
Esto ocurre justo una semana después de que el actual dirigente nacional, Gustavo Madero y el ex presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, respaldaran al coordinador de los diputados, Ricardo Anaya, en sus aspiraciones por la presidencia del partido.
En entrevista con Revolución TRESPUNTOCERO, Javier Corral expresó que emprende su campaña “en condiciones desiguales a las de los grupos, no tengo la estructura a lo largo del país, tampoco tengo una cantidad de dinero a destinar –como lo que hacen esas estructuras para financiar la compra del voto–. Voy a una campaña en la que precisamente se pondrá a prueba qué tanto podemos recuperar al PAN […]. Porque creo en la capacidad que tienen las bases para enfrentar los cacicazgos”.
El legislador expresó, al hablar sobre los intereses de grupo detrás de la candidatura del queretano de 36 años de edad, Ricardo Anaya, que independientemente de sus innegables “méritos […], Anaya ha sido, en estos dos últimos años, un alfil para llevarlo y traerlo a distintas posiciones para cumplir fundamentalmente un papel mediático y no de auténtica autonomía personal.
“No podemos olvidar que Anaya es el personaje que acompaña a Gustavo Madero en la fórmula de su reelección, el que lo sustituye en el momento en que Madero decide dejar la presidencia (del PAN) para hacerse de una (diputación) plurinominal. Luego regresa él al partido y envía a Anaya a la Cámara de Diputados”, puntualizó Corral Jurado, cuyo trabajo legislativo en torno a la Reforma en Telecomunicaciones trascendió como uno de los más contestatarios al partido oficial, en conjunto con oenegés y diferentes actores de la sociedad civil.
Durante la primera mitad de la gestión de Enrique Peña Nieto, además de firmar el Pacto por México, el PAN avaló las reformas estructurales y sus leyes secundarias impulsadas por el titular del Ejecutivo Federal. Asimismo el pasado 7 de junio obtuvo 20 por ciento de la votación total, casi seis puntos menos que las elecciones pasadas. Sobre estos temas se le preguntó a Javier Corral, quien enarbola los idearios del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín.
P. ¿Actualmente el PAN tiene posibilidades de erigirse como una verdadera oposición al PRI, luego de apoyar las legislaciones impulsadas por Peña Nieto?
Javier Corral: El partido debe actuar con mucha astucia y con mucho cuidado, el PAN debe cooperar para sacar reformas fundamentales que le sirvan a México, a los mexicanos, que fortalezcan a la sociedad y al Estado. Pero no reformas que terminen fortaleciendo al gobierno y al presidente de la República.
En estos años el PAN está desdibujado de la oposición, ha sido indiferente frente a la corrupción que enloda al presidente y a buena parte de su gabinete, ha soslayado la gravedad de la represión autoritaria que ha vuelto a cancelar libertades que conquistamos.
Yo creo que ahí está también uno de los retos que yo planteo y que puedo lograr: volver al PAN un partido de contrapeso y oposición frente al gobierno, sin dejar de concurrir a aquellas reformas que le signifiquen un bien al país.
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Corral hizo hincapié en que durante el primer periodo de Gustavo Madero al frente del PAN, se firmaron las reformas constitucionales “de hondo calado”, mientras que en el segundo, se avalaron las leyes secundarias en materia de Energía e Hidrocarburos y Telecomunicaciones “que traicionan a las reformas”, en “acuerpamiento” con el gobierno de Peña Nieto.
P. ¿Esto cómo se vincula con los resultados electorales del 7 de junio?
JC. La gente no tuvo todavía la confianza en nosotros, la gente no ve, no vio al Partido como un contrapeso dentro del gobierno. Sólo nos embarraron del desprestigio, de la corrupción que los enloda (legisladores priístas, gabinete y presidente) pero nunca se identificaron los méritos de nuestra aportación en torno de esas reformas.
P. En los últimos meses, días, trasciende la posibilidad de que el gobernador Rafael Moreno Valle contienda a la presidencia de la República por el PAN, quien ha impulsado leyes violatorias a los derechos humanos, además de que se le contabilizan casos de violaciones a los derechos humanos en Puebla, ¿cuál es su postura al respecto?
JC. Como panista me preocupan las voces que señalan la existencia de violaciones a los derechos humanos y por supuesto que me preocupan los señalamientos que se hacen sobre estos intentos legislativos. Como presidente del partido mi actuación se conduciría con absoluta imparcialidad a quienes aspiran a la presidencia de la República y que debe ser el panismo del país absolutamente en libertad el que evalúe y pondere la actuación de nuestros gobernadores, de nuestros actores políticos en torno a sus aspiraciones presidenciales.
Pero precisamente para que haya una ponderación libre y razonada. el partido tiene que asegurar las condiciones de competencia para todos, no cargar los dados con nadie. Tampoco vengar u obstaculizar la presencia de actores hacia el 2018.
P. Le interesaría contender por la presidencia de la República
JC. No. Mi partido es precisamente lo que no puede ser, un trampolín para ese propósito. Yo creo que el presidente del PAN tiene que conducirse como el árbitro de esa contienda y no ser un jugador más. Porque entonces se envicia todo, se envenena el ambiente, se cargan las estructuras para ese lado y se desarmoniza el partido. Yo creo que el papel de un líder nacional es generar las condiciones para que los que quieren y pueden tengan un ambiente de respecto de inclusión en el PAN. Así lo pienso.
P. En caso de que el PAN no pudiera “imprimir a la política un sentido ético que haga del partido un instrumento democratizador de la vida del país”, como usted menciona. Pensaría en migrar de fracción o formar una nueva fracción parlamentaria
JC. Yo seguiré siendo panista de alma y corazón. A mí me crío este partido, a mí me formó el PAN, debo decir que yo soy una hechura del PAN, aquí tengo casi 33 años militando. Yo lo que creo es que estoy obligado en un momento como este a dar lo mejor de mí para tratar de recuperar a la institución en términos de su sentido original, primigenio, quiero dar esa batalla, no quiero estar sentado viendo cómo se demuele el partido sin yo emprender un esfuerzo de liderazgo nacional o la posibilidad de liderazgo nacional que le imprima de otro carácter al PAN.
Se trata de eso, ese es mi esfuerzo. Yo digo que es el concepto ‘Gomezmoriniano’ más importante de participación el que tiene que ver con poner de nuestra parte para que las cosas mejoren y no ir por las cosas que se supone nos tocan aunque en justicia tuviéramos derecho a ello.