Por: Valentina Pérez Botero
Twitter: @vpbotero3_0
Desde 2005, el mega complejo nuclear que el gobierno de India tiene pensado construir en las cercanías del puerto de Jaipur está detenido por las fuertes protestas ciudadanas de los campesinos, pescadores, y pequeños propietarios de tierras que se niegan a aceptar que su provincia acepte una infraestructura eléctrica que los pondría en un grave riesgo .
“La lucha antinuclear es para nosotros, tras la de Gandhi, la segunda batalla por nuestra libertad” dice Vaishali Patil, cabeza del movimiento antinuclear que por ocho años ha buscado parar la construcción de centrales nucleares en India.
Los opositores aseguran que la construcción de los seis reactores, auspiciada por la Corporación India de Energía Nuclear (NPCIL) y algunos bancos europeos, presenta las mismas fallas que llevaron al colapso de Fukushima en marzo de 2011: estar en un área altamente sísmica y con riesgo de tsunami.
India ya cuenta con 20 reactores nucleares en funcionamiento y los pobladores locales insisten en que la energía nuclear no asegura la independencia económica, porque el país deberá aumentar sus importaciones de uranio; además de que se cierra la posibilidad de invertir en energías renovables que pueden potenciar los recursos naturales de la región.
El movimiento antinuclear indio tiene la característica de que sus grandes opositores son los más pobres, gente que vive de los recursos pesqueros de la región. A pesar de su rotunda oposición se calcula que, hasta 2035, la energía nuclear crecerá el 1.1 por ciento en países en vía de desarrollo.
Lee el reportaje especial sobre Energía nuclear en México de REVOLUCIÓN TRESPUNTOCERO.